¿Cómo se consigue que una mezcla de pinturas y mica pueda convertirse en un color elegante? O ¿qué elección de tejidos convierten el interior de un coche en sofisticado? Ahora que SEAT ha lanzado Tarraco, su SUV de alta gama, descubrimos qué hay detrás del proceso de creación de este tipo de vehículos y las claves de lo que será el nuevo lenguaje de diseño de esta compañía en los siguientes años.

DE LA VISTA NACE EL AMOR

El 65% de los clientes que compra un SUV lo hace por su diseño exterior. De hecho, sus líneas son uno de los rasgos característicos. “Son más agresivas, fuertes e imponentes”, comenta Xavier Villanueva, diseñador de exteriores de SEAT.  El frontal es una de las partes más importantes del SEAT Tarraco: “La rejilla tiene una posición más vertical respecto a la de otro tipo de vehículos, esto hace que tenga un capó más alargado, líneas altas, robustas y alzadas”, añade.

El compás, la goma de borrar o el papel cebolla como principales herramientas para diseñar un coche han dejado paso a la era digital. Ahora se diseña delante de una pantalla y con realidad virtual, pero hace cuatro décadas los proyectistas se concentraban alrededor de una larga mesa para trazar un coche a escala real.

En los años 80, una de las dificultades era proyectar las diferentes secciones del diseño del modelo, una sobre otra, en un mismo plano. Las computadoras eran pocas y las mesas estaban llenas de planos y lápices de colores. El Departamento de Diseño parecía más bien un taller de artistas. Actualmente, esta imagen ha sido reemplazada por tabletas interactivas y lápices digitales. Los diseñadores pueden ahora aplicar correcciones de forma inmediata con tan sólo un clic.



HASTA LA ARCILLA ES SINTÉTICA

Para definir la apariencia interior, las líneas exteriores o los aspectos aerodinámicos, la realidad virtual juega un papel cada vez más decisivo. “Antes, con los renders (imágenes digitales a partir de un modelo en dos o tres dimensiones), los diseñadores podían ver su trabajo con un 60% de realismo. Gracias a la virtualidad, esa cifra se eleva al 90%.

Eso permite ahorrar mucho tiempo en el proceso de diseño”, comenta Manuel Garcés, responsable de Visualización de SEAT. Gracias a las reuniones y al trabajo codo con codo, el departamento de Visualización ofrece las herramientas necesarias para optimizar el trabajo de los diseñadores. “En muy poco tiempo, el equipo de interiores puede ver en 3D lo que ha dibujado minutos antes”, añade Garcés.

En su mejor momento: todo el trabajo del departamento concluye con el freeze design, una réplica en resina de lo que será el vehículo final y que sirve para aprobar las líneas del nuevo modelo. Este es el último eslabón del proceso de diseño. A partir de este momento la idea pasa a manos de los ingenieros.

En esta fase de creación, los bocetos conviven con reproducciones a tamaño real de los prototipos. De esta manera se acaban de definir las formas. En los años 80, con la primera generación del SEAT Ibiza, se empleaba el yeso. En cambio, actualmente, se utiliza el clay, una resina de aspecto similar a la arcilla mucho más moldeable. Gracias a la tecnología, se logra una precisión a la décima de milímetro. Este proceso más manual se combina con prototipos virtuales.

Antes de lanzarse al mercado, los modelos deben superar una serie de pruebas en condiciones extremas. Hace tres décadas ya se sometía a los prototipos a pruebas dinámicas de calor, en zonas desérticas, y frío extremo en el Círculo Polar Ártico. Actualmente se han multiplicado los test de escenario virtual y condiciones que los ingenieros programan en gran variedad y extremos.

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