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Guadalajara, Jal.- Tres fosas clandestinas fueron localizadas este lunes en la Zona Metropolitana de Guadalajara, esta vez en el municipio de Tonalá, de donde se han logrado rescatar ocho cuerpos, entre ellos el de una mujer.
Personal de la fiscalía de Jalisco encontró las fosas dentro de un predio bardeado, en la colonia Agua Escondida, y tras corroborar la presencia de un cuerpo se solicitó el apoyo de los peritos forenses y de los bomberos para iniciar las excavaciones en busca de más cadáveres.
Por otra parte, el plazo para inhumar los 444 cadáveres que permanecían en condiciones inadecuadas en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) venció este lunes, y hasta ahora las autoridades estatales sólo han logrado dar un destino final digno a 228 cuerpos que ya cuentan con fichas completas para su posible identificación; de ellos sólo 39 han sido reclamados por sus familiares.
Además, entre los 39 cuerpos entregados hay casos en los que sus familiares ya habían acudido a las instalaciones del IJCF para buscarlos, pero ante la falta de organización imperante en la institución se les dijo que no había coincidencias con la persona que buscaban, cuando en realidad los cadáveres ya estaban a resguardo de la dependencia.
El director del IJCF, Carlos Daniel Barba Rodríguez, señaló que hasta ahora el desorden detectado en las instalaciones durante la administración del anterior director Luis Octavio Cotero indica que la falta de vinculación entre las áreas de dictaminación pericial generó un rezago de tres años en la generación de dictámenes.
El funcionario reconoció que no había un control de ingreso de los cuerpos al IJCF, por lo que no se les asignaba un número único de identidad y no existía un área dedicada a la integración del archivo básico para la identificación.
Incluso, durante un año se dejaron de tomar huellas dactilares a los cuerpos, reveló Barba Rodríguez, quien reconoció que no se logró cumplir con la meta de tener inhumados todos los cuerpos debido a que, ante el desorden en el manejo de los cadáveres, se ha dado prioridad a su identificación.
Para intentar agilizar el trabajo de identificación de los 216 cuerpos que aún no cuentan con una ficha de identificación completa, se solicitó la ayuda de las fiscalías de Aguascalientes y Guanajuato, a donde se mandaron algunas muestras de ADN para su procesamiento.
Personal de la fiscalía de Jalisco encontró las fosas dentro de un predio bardeado, en la colonia Agua Escondida, y tras corroborar la presencia de un cuerpo se solicitó el apoyo de los peritos forenses y de los bomberos para iniciar las excavaciones en busca de más cadáveres.
Por otra parte, el plazo para inhumar los 444 cadáveres que permanecían en condiciones inadecuadas en las instalaciones del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) venció este lunes, y hasta ahora las autoridades estatales sólo han logrado dar un destino final digno a 228 cuerpos que ya cuentan con fichas completas para su posible identificación; de ellos sólo 39 han sido reclamados por sus familiares.
Además, entre los 39 cuerpos entregados hay casos en los que sus familiares ya habían acudido a las instalaciones del IJCF para buscarlos, pero ante la falta de organización imperante en la institución se les dijo que no había coincidencias con la persona que buscaban, cuando en realidad los cadáveres ya estaban a resguardo de la dependencia.
El director del IJCF, Carlos Daniel Barba Rodríguez, señaló que hasta ahora el desorden detectado en las instalaciones durante la administración del anterior director Luis Octavio Cotero indica que la falta de vinculación entre las áreas de dictaminación pericial generó un rezago de tres años en la generación de dictámenes.
El funcionario reconoció que no había un control de ingreso de los cuerpos al IJCF, por lo que no se les asignaba un número único de identidad y no existía un área dedicada a la integración del archivo básico para la identificación.
Incluso, durante un año se dejaron de tomar huellas dactilares a los cuerpos, reveló Barba Rodríguez, quien reconoció que no se logró cumplir con la meta de tener inhumados todos los cuerpos debido a que, ante el desorden en el manejo de los cadáveres, se ha dado prioridad a su identificación.
Para intentar agilizar el trabajo de identificación de los 216 cuerpos que aún no cuentan con una ficha de identificación completa, se solicitó la ayuda de las fiscalías de Aguascalientes y Guanajuato, a donde se mandaron algunas muestras de ADN para su procesamiento.