Como producto de un plan de rescate de la UNAM, junto con la Reserva Ecológica Nanciyaga, la Asociación Bosque Antiguo y el Parque Ecológico Xcaret, después de 50 años nace el primer polluelo silvestre de guacamayas rojas en los Tuxtlas, Veracruz.
Patricia Escalante, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM, mencionó que el nacimiento del polluelo brinda una gran esperanza, tanto para el proyecto como para la conservación de la especie.
Por su parte, Carlos Manuel Rodríguez Mouriño, subdirector de la Reserva Ecológica Nanciyaga, refirió que se trata de un trabajo cotidiano de siete días a la semana durante todos los años. "Es un esfuerzo de un equipo de jóvenes de servicio social, tesistas y biólogos expertos en guacamayas".
Para incentivar la reproducción de las guacamayas liberadas, el equipo de trabajo de la investigadora Patricia Escalante instaló en las copas de los árboles cajas-nido hechas de madera. La idea es que las aves las utilicen para poner sus huevos.
Omar Gómez interesado en realizar su tesis sobre estrategias para incentivar la reproducción de la guacamaya comenzó su labor en la selva, donde su tarea consistía en subir una vez al mes para revisar nido por nido, y así averiguar si había una buena noticia y encontraban huevos.
Las guacamayas pusieron huevos en junio, hecho que emocionó a los integrantes del proyecto, ya que es muy difícil que en la naturaleza una pareja de aves logre tantas crías.
A través de una cámara instalada sobre el nido, los biólogos han seguido su evolución y, al parecer, va muy bien.
Hasta la fecha, se han establecido cuatro sitios de liberación: Reserva Ecológica La Otra Opción, Reserva Ecológica Nanciyaga (sitio operativo del proyecto), Reserva Ejidal Benito Juárez y Reserva Ejidal Dos Amates.