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Ciudad de México.- Para evitar que los niños les contaran a sus papás que abusaba sexualmente de ellos, Ramón “N” amenazaba a sus víctimas diciéndoles que “El Coco” se iba a llevar a sus papás y que “La Calavera” los iba a matar.
En entrevista con El Universal, Andrea relató que, según lo que le ha dicho su hija mayor, Rosa, de seis años, pudo haber estado en contacto con Ramón “N” durante un año, cuando cursó el segundo grado de preescolar en el kínder “Marcelino de Champagnat”, en la alcaldía Gustavo A. Madero, de la Ciudad de México.
“Este señor les decía que ‘La Calavera’ se iba a llevar a sus papás y ‘El Coco’ los iba a matar. A mi hija le dijo que en la otra escuela a la que iba a entrar le iba a ir peor y que la iba a tocar más si decía algo”, contó.
Esa fue la razón que llevó a Rosa a ocultarle a sus padres y a su abuela, encargada de cuidarla, que Ramón “N” la tocó en el pecho y las piernas. La familia se dio cuenta de los abusos a los que estuvo sometida la niña a partir de que otros padres del plantel denunciaron los hechos.
“Se bajaba los pantalones y les enseñaba su parte y también a los niños les bajaba los pantalones. A mi hija la tocaba en los hombros, le hacía cosquillas en las piernas y le tocó sus pechos. Me comenta que una vez le pidió permiso a su maestra Viridiana para ir al baño y cuando fue encontró al señor. Le dio mucho miedo porque anteriormente las había tocado a ella y a una de sus compañeras”, detalló.
En entrevista con El Universal, Andrea relató que, según lo que le ha dicho su hija mayor, Rosa, de seis años, pudo haber estado en contacto con Ramón “N” durante un año, cuando cursó el segundo grado de preescolar en el kínder “Marcelino de Champagnat”, en la alcaldía Gustavo A. Madero, de la Ciudad de México.
“Este señor les decía que ‘La Calavera’ se iba a llevar a sus papás y ‘El Coco’ los iba a matar. A mi hija le dijo que en la otra escuela a la que iba a entrar le iba a ir peor y que la iba a tocar más si decía algo”, contó.
Esa fue la razón que llevó a Rosa a ocultarle a sus padres y a su abuela, encargada de cuidarla, que Ramón “N” la tocó en el pecho y las piernas. La familia se dio cuenta de los abusos a los que estuvo sometida la niña a partir de que otros padres del plantel denunciaron los hechos.
“Se bajaba los pantalones y les enseñaba su parte y también a los niños les bajaba los pantalones. A mi hija la tocaba en los hombros, le hacía cosquillas en las piernas y le tocó sus pechos. Me comenta que una vez le pidió permiso a su maestra Viridiana para ir al baño y cuando fue encontró al señor. Le dio mucho miedo porque anteriormente las había tocado a ella y a una de sus compañeras”, detalló.