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MAZATLÁN, México (AP) — El huracán Willa embistió el martes un archipiélago mexicano donde se encuentra una colonia penal, y se dirigía hacia la costa con vientos de 195 kilómetros por hora (120 millas por hora) y oleaje que amenazaban a hoteles, playas y localidades pesqueras.
Willa alcanzó brevemente la categoría 5 el lunes y se debilitó a categoría 3. Pero el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) advirtió que la tormenta probablemente ocasionará peligrosas marejadas ciclónicas, vientos y lluvias en partes del occidente de México.
La tormenta azotó las Islas Marías, a unos 100 kilómetros (60 millas) de la costa el martes. Para la tarde se esperaba su embestida al sur de Mazatlán, donde viven unos 500 mil habitantes, entre ellos muchos estadounidenses y canadienses.
Ante la proximidad de Willa, la playa de Mazatlán prácticamente desapareció y las olas empezaron a estrellarse contra la avenida costera bajo un cielo cubierto por nubarrones negros.
Algunos surfistas aprovecharon el oleaje mientras algunos trabajadores cubrían con tablas las ventanas de hoteles, comercios y viviendas.
Las escuelas cerraron y las calles estaban casi desiertas.
El gobierno federal emitió un decreto de “emergencia extraordinaria” para 19 municipios en los estados de Nayarit y Sinaloa.
Entre 7 mil y 8 mil personas fueron evacuadas de zonas bajas, principalmente en Sinaloa, donde hay pequeños pueblos rurales entre el mar y las lagunas, informaron las autoridades.
Por el momento no había noticias de las Islas Marías, un archipiélago que incluye una reserva natural y una prisión federal.
Los meteorólogos dijeron que Willa tocaría tierra en un punto del tramo de 220 kilómetros (140 millas) entre Mazatlán y San Blas.
Bob Swanson, de Canadá, tiene una casa en el vecindario de Cerritos, cerca de la costa de Mazatlán, donde pasa entre dos y seis meses cada año. Dijo que llenó su lavadora con agua, su tanque con gas y su auto con combustible por si necesita irse a las montañas por seguridad.
“Vengo de un país donde tenemos huracanes y tormentas brutales, así que estoy esperando su impacto con gran expectación”, dijo vía telefónica mientras estaba sentado en su pórtico fumando un cigarro.
Enrique Moreno, alcalde de Escuinapa, un municipio de 60 mil habitantes en el camino de Willa, dijo que se intentaba evacuar a todos de Teacapan, una aldea costera. Calculó que eran unas 3 mil personas, de las cuales algunas tratarían de quedarse.
El martes por la tarde, el vórtice de Willa se encontraba 40 kilómetros (25 millas) al noroeste de las Islas Marías y a 170 kilómetros (105 millas) al sur de Mazatlán. Se desplazaba al norte-noreste a 9 km/h (6 mph).
Los vientos huracanados se extendían a 65 kilómetros (40 millas) de su ojo y con fuerza de tormenta tropical hasta 205 kilómetros (125 millas).
El NHC advirtió que podrían caer entre 15 y 30 centímetros (6 y 12 pulgadas) de lluvia en partes de Jalisco, Nayarit y Sinaloa, con la posibilidad de inundaciones repentinas y aludes en zonas montañosas. Agregó que algunas zonas podrían recibir hasta 45 centímetros (18 pulgadas).
Hacia el sur, los restos de la tormenta tropical Vicente seguían provocando lluvias intensas e inundaciones. Las autoridades en el estado de Oaxaca dijeron que siete adultos y cinco niños murieron ahogados o enterrados por aludes.