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Ciudad de México.- Para aliviar la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), el equipo del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, está proponiendo utilizar los aeropuertos cercanos a la Ciudad de México, como el de Toluca, Puebla, Cuernavaca y Querétaro.
La idea no es nueva, porque esta opción se planteó por la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes después de que en 2002 se canceló la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco ante la negativa de los ejidatarios de San Salvador Atenco a vender sus tierras.
Recientemente, el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, anunció que se tiene planeado invertir 5 mil millones de pesos para modernizar el AICM y ampliar el de Toluca.
En este último se invertirían 2 mil millones de pesos para agregar una pista más a la terminal e incrementar su capacidad de 700 mil pasajeros anuales a 10 millones.
La Cámara Nacional de Aerotransportes, que agrupa a las principales aerolíneas, ha dicho que Toluca les resulta más costoso por la altura, ya que los aviones usan más combustible y deben llevar menos carga o pasaje.
Además, a los pasajeros les resulta más costoso llegar al aeropuerto de Toluca que al AICM, al que se puede llegar en Metro, Metrobús o taxi a bajo costo, mientras que un taxi al aeropuerto de Toluca va de 527 a 600 pesos y el Tren Interurbano México-Toluca aún no se ha terminado.
Rogelio Rodríguez, especialista en Derecho Constitucional y Aeronáutico, dijo que el aeropuerto de Toluca tiene muchos problemas de visibilidad por los permanentes bancos de niebla y para las aerolíneas es un mercado que aún no está consolidado.
“En 2000, cuando se empezó a hablar de construir un aeropuerto en Hidalgo y Atenco, se desplazó a la aviación ejecutiva hacia Toluca por el problema de saturación del AICM.
“El compromiso de estas líneas aéreas era permanecer en Toluca, pero cuando vieron que la Ley de Aviación Civil permite la apertura de rutas y ante la salida de Mexicana de Aviación y la especulación con los slots de AeroCalifornia se regresaron a la Ciudad de México y abandonaron Toluca”, explicó.
La idea no es nueva, porque esta opción se planteó por la propia Secretaría de Comunicaciones y Transportes después de que en 2002 se canceló la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco ante la negativa de los ejidatarios de San Salvador Atenco a vender sus tierras.
Recientemente, el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, anunció que se tiene planeado invertir 5 mil millones de pesos para modernizar el AICM y ampliar el de Toluca.
En este último se invertirían 2 mil millones de pesos para agregar una pista más a la terminal e incrementar su capacidad de 700 mil pasajeros anuales a 10 millones.
La Cámara Nacional de Aerotransportes, que agrupa a las principales aerolíneas, ha dicho que Toluca les resulta más costoso por la altura, ya que los aviones usan más combustible y deben llevar menos carga o pasaje.
Además, a los pasajeros les resulta más costoso llegar al aeropuerto de Toluca que al AICM, al que se puede llegar en Metro, Metrobús o taxi a bajo costo, mientras que un taxi al aeropuerto de Toluca va de 527 a 600 pesos y el Tren Interurbano México-Toluca aún no se ha terminado.
Rogelio Rodríguez, especialista en Derecho Constitucional y Aeronáutico, dijo que el aeropuerto de Toluca tiene muchos problemas de visibilidad por los permanentes bancos de niebla y para las aerolíneas es un mercado que aún no está consolidado.
“En 2000, cuando se empezó a hablar de construir un aeropuerto en Hidalgo y Atenco, se desplazó a la aviación ejecutiva hacia Toluca por el problema de saturación del AICM.
“El compromiso de estas líneas aéreas era permanecer en Toluca, pero cuando vieron que la Ley de Aviación Civil permite la apertura de rutas y ante la salida de Mexicana de Aviación y la especulación con los slots de AeroCalifornia se regresaron a la Ciudad de México y abandonaron Toluca”, explicó.