Arrestan a 10 indonesios acusados de traficar aletas de tiburón en Hawai

A-AA+

Diez pescadores indonesios arrestados en Hawai están acusados de intentar traficar casi 1.000 aletas de tiburón de Estados Unidos a Indonesia.

Los hombres trabajaban en un barco japonés y se dirigían a Honolulu cuando empleados de seguridad del aeropuerto encontraron la semana pasada las aletas en su equipaje, según documentos oficiales.

Por lo menos 962 aletas de tiburón fueron encontradas en 13 piezas de equipaje. Algunas eran de la especie protegida de tiburones oceánicos de punta blanca, dijeron las autoridades.

Es ilegal en Estados Unidos involucrarse en el comercio internacional de especies protegidas sin contar con un permiso. También es ilegal poseer, vender o distribuir aletas de tiburón en Hawai, que fue el primer estado en el país en prohibir la cara exquisitez con frecuencia utilizada en sopas chinas.

Entre el equipaje había cajas de cartón, mochilas y portafolios.

“Las aletas estaban amontonadas y algunas estaban envueltas en papel aluminio. Unas aletas fueron colocadas en bolsas transparentes y opacas, como bolsas vacías de arroz, que oscurecieron el contenido y estaban selladas. Esas bolsas, a su vez, se sellaron dentro de otras bolsas opacas, aparentemente para tratar de contener el olor o el contenido”, de acuerdo con una demanda interpuesta en la corte.

Durante el interrogatorio, uno de los pescadores dijo a las autoridades que mientras estaban en el mar, cortaban las aletas de tiburones vivos y lanzaban los cuerpos de regreso al agua. Otro dijo que se comían los tiburones en el barco y cortaban las aletas, según documentos entregados a la corte, y señaló que no quería que los tiburones muertos se desperdiciaran.

Las autoridades estimaron que los 89 kilogramos (190 libras) de aletas de tiburón confiscadas tienen un valor entre 6.695 y 57.850 dólares.

Un juez autorizó que fueran liberados con bonos no garantizados individuales de 10.000 dólares. Con la ayuda de un intérprete de indonesio, el magistrado Kevin Chang explicó que no tendrán que pagar nada de los 10.000 dólares si se mantienen fuera de problemas.