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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó hoy que siete de los "cascos azules" adscritos a su misión en la República Democrática del Congo, conocida como Monusco, fueron asesinados en un enfrentamiento con fuerzas rebeldes.
En una declaración, el Consejo de Seguridad condenó de manera enérgica el asesinato de siete miembros de las fuerzas de paz, seis originarios de Malawi y uno de Tanzania, en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte.
Los asesinatos ocurrieron mientras Monusco realizaba una operación conjunta con las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) en contra del grupo rebelde de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron que los ataques deliberados contra el personal de mantenimiento de la paz pueden constituir crímenes de guerra en virtud del derecho internacional.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el asesinato en medio de un brote letal de ébola en la República Democrática del Congo (RDC).
El portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, añadió el jueves que además de la cifra asesinados, informes apuntan a que 10 efectivos de mantenimiento de la paz de la ONU resultaron heridos, además de que otro se encuentra desaparecido.
Según informes de prensa, Monusco combate a las ADF, que están esparciendo el terror en el este del país, amenazando las esperanzas de elecciones el 23 de diciembre.
“El secretario general alienta a las autoridades congoleñas a continuar tomando las medidas necesarias para detener y llevar ante la justicia a los perpetradores de ataques contra civiles, fuerzas de seguridad nacional y fuerzas de paz en la RDC", pidió Dujarric.
En una declaración, el Consejo de Seguridad condenó de manera enérgica el asesinato de siete miembros de las fuerzas de paz, seis originarios de Malawi y uno de Tanzania, en el territorio de Beni, en la provincia de Kivu del Norte.
Los asesinatos ocurrieron mientras Monusco realizaba una operación conjunta con las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC) en contra del grupo rebelde de las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF).
Los miembros del Consejo de Seguridad subrayaron que los ataques deliberados contra el personal de mantenimiento de la paz pueden constituir crímenes de guerra en virtud del derecho internacional.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó el asesinato en medio de un brote letal de ébola en la República Democrática del Congo (RDC).
El portavoz de Guterres, Stephane Dujarric, añadió el jueves que además de la cifra asesinados, informes apuntan a que 10 efectivos de mantenimiento de la paz de la ONU resultaron heridos, además de que otro se encuentra desaparecido.
Según informes de prensa, Monusco combate a las ADF, que están esparciendo el terror en el este del país, amenazando las esperanzas de elecciones el 23 de diciembre.
“El secretario general alienta a las autoridades congoleñas a continuar tomando las medidas necesarias para detener y llevar ante la justicia a los perpetradores de ataques contra civiles, fuerzas de seguridad nacional y fuerzas de paz en la RDC", pidió Dujarric.
