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El Papa Francisco visitó hoy por sorpresa una estructura móvil que durante toda esta semana ha permanecido montada en el Vaticano y que contiene varios consultorios donde se ofrece atención médica a pobres e indigentes.
Poco después de las 16:00 horas local (15:00 GMT), el Papa salió a pie desde la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, y se trasladó hasta la Plaza de San Pedro, para ingresar en la estructura conocida como “presidio sanitario solidario”.
La llegada del pontífice provocó emoción y entusiasmo entre los presentes, no sólo los pobres y sin techo que inmediatamente se arremolinaron en torno a él, sino también en los doctores, las enfermeras y los voluntarios.
El líder católico dedicó un largo rato a saludar de mano a cada uno de los indigentes, entregándoles a cada uno de ellos un rosario bendecido e intercambiando algunas palabras. Después saludó a los voluntarios y a los médicos al interior de varios de los consultorios.
Durante la visita el Papa estuvo acompañado por Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del Vaticano.
Al término de la visita, en torno a las 16:30 horas (15:30 GMT), regresó a pie a la Casa Santa Marta. La iniciativa del presidio sanitario se organizó con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, creada por el propio pontífice y que este domingo celebra su segunda edición.
Como ya ocurrió en 2017, para esa festividad el Papa celebrará la misa con miles de necesitados en la Basílica de San Pedro y luego los invitará a todos a comer en el Aula Pablo VI del Vaticano.
El Papa Francisco visitó hoy por sorpresa una estructura móvil que durante toda esta semana ha permanecido montada en el Vaticano y que contiene varios consultorios donde se ofrece atención médica a pobres e indigentes.
Poco después de las 16:00 horas local (15:00 GMT), el Papa salió a pie desde la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, y se trasladó hasta la Plaza de San Pedro, para ingresar en la estructura conocida como “presidio sanitario solidario”.
La llegada del pontífice provocó emoción y entusiasmo entre los presentes, no sólo los pobres y sin techo que inmediatamente se arremolinaron en torno a él, sino también en los doctores, las enfermeras y los voluntarios.
El líder católico dedicó un largo rato a saludar de mano a cada uno de los indigentes, entregándoles a cada uno de ellos un rosario bendecido e intercambiando algunas palabras. Después saludó a los voluntarios y a los médicos al interior de varios de los consultorios.
Durante la visita el Papa estuvo acompañado por Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización del Vaticano.
Al término de la visita, en torno a las 16:30 horas (15:30 GMT), regresó a pie a la Casa Santa Marta. La iniciativa del presidio sanitario se organizó con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, creada por el propio pontífice y que este domingo celebra su segunda edición.
Como ya ocurrió en 2017, para esa festividad el Papa celebrará la misa con miles de necesitados en la Basílica de San Pedro y luego los invitará a todos a comer en el Aula Pablo VI del Vaticano.
