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México.- El plan de seguridad del mandatario electo de México, Andrés Manuel López Obrador, ha desatado una ola de críticas al considerar que mantiene la militarización del país y la estrategia de anteriores Gobiernos, la llamada guerra contra el narcotráfico que ha causado decenas de miles muertos.
“En términos generales es decepcionante para la opinión pública porque no se ve claramente diferenciada de la estrategia implementada contra el crimen organizado desde hace 12 años”, dijo hoy a Efe el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente.
Este miércoles, López Obrador presentó el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, que contempla, entre otros puntos, la amnistía a ciertos criminales, la regulación de algunas sustancias como la marihuana o la creación de una Constitución ética que abunde en la cultura cívica.
No obstante, el principal anuncio, y el que ha levantado más suspicacias, es la creación de una Guardia Nacional formada por agentes de las policías militar, naval y federal, a cargo de las Fuerzas Armadas, y de la que ya había hablado en anteriores ocasiones.
Ello requerirá de una reforma constitucional, y para figuras políticas y analistas, perpetuaría la llamada guerra contra el narcotráfico.
“Hay un reconocimiento de que la estrategia de seguridad, hasta el día de hoy, no ha sido la acertada. Hay una expresión de voluntad de quererla cambiar, pero el método elegido en realidad es continuista con los métodos que llevaron al fracaso”, lamentó hoy a Efe el subdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Santiago Aguirre.
Entre la clase política, la creación de la Guardia Nacional ha recibido ya numerosas críticas, incluso en las mismas facciones que ordenaron la salida de tropas a las calles. Es el caso del Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenecía Calderón al ser presidente.
“La creación de la Guardia Nacional, conformada por miembros de las Fuerzas Armadas, es una contradicción más del presidente electo. Esta determinación es muy riesgosa. Hemos afirmado que la participación de nuestro Ejército y Marina en tareas de seguridad es necesaria e indispensable, porque son las instituciones que gozan del mayor prestigio social; sin embargo, también pensamos que debe ser de manera subsidiaria y temporal”, señaló el presidente del partido, Marko Cortés.
“En términos generales es decepcionante para la opinión pública porque no se ve claramente diferenciada de la estrategia implementada contra el crimen organizado desde hace 12 años”, dijo hoy a Efe el coordinador del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Khemvirg Puente.
Este miércoles, López Obrador presentó el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024, que contempla, entre otros puntos, la amnistía a ciertos criminales, la regulación de algunas sustancias como la marihuana o la creación de una Constitución ética que abunde en la cultura cívica.
No obstante, el principal anuncio, y el que ha levantado más suspicacias, es la creación de una Guardia Nacional formada por agentes de las policías militar, naval y federal, a cargo de las Fuerzas Armadas, y de la que ya había hablado en anteriores ocasiones.
Ello requerirá de una reforma constitucional, y para figuras políticas y analistas, perpetuaría la llamada guerra contra el narcotráfico.
“Hay un reconocimiento de que la estrategia de seguridad, hasta el día de hoy, no ha sido la acertada. Hay una expresión de voluntad de quererla cambiar, pero el método elegido en realidad es continuista con los métodos que llevaron al fracaso”, lamentó hoy a Efe el subdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Santiago Aguirre.
Entre la clase política, la creación de la Guardia Nacional ha recibido ya numerosas críticas, incluso en las mismas facciones que ordenaron la salida de tropas a las calles. Es el caso del Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenecía Calderón al ser presidente.
“La creación de la Guardia Nacional, conformada por miembros de las Fuerzas Armadas, es una contradicción más del presidente electo. Esta determinación es muy riesgosa. Hemos afirmado que la participación de nuestro Ejército y Marina en tareas de seguridad es necesaria e indispensable, porque son las instituciones que gozan del mayor prestigio social; sin embargo, también pensamos que debe ser de manera subsidiaria y temporal”, señaló el presidente del partido, Marko Cortés.