Tribunal condena a 12 años a instructor de natación por abusos sexuales

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El tribunal regional de Baden-Baden, en el oeste de Alemania, sentenció hoy a 12 años de prisión y posterior detención preventiva para un instructor ucraniano de natación, acusado de haber cometido 133 casos de abuso sexual, 37 comprobados y tres de los cuales fueron graves.

Dimitri T.,  de 34 años, originario de Ucrania y con pasaporte alemán, tomó fotografías y películas de los abusos, cosa que se convirtió en una prueba fehaciente de sus crímenes.

El instructor tocaba los genitales de sus alumnos, que tenían entre cuatro y 12 años. Les amenazaba con “matarles” si hablaban de lo ocurrido en casa. Los hechos ocurrieron en diferentes pueblos de la región de Baden: Kuppenheim, Gernsbach, Bad Herrenalb, Lörrach y Baden-Baden.

Según testimonios de las familias que acompañaban a sus hijos a las clases privadas de natación, se trataba de una persona abierta y amable. La alarma se disparó cuando en 2017 dos familias de dos niños de cinco años denunciaron tocamientos ante la policía criminal.

De los 133 casos, sólo se han probado 37 con las filmaciones e imágenes registradas por el mismo Dimitri T. El resto se basan en afirmaciones del instructor y de las víctimas que no pudieron ser contrastadas objetivamente y que se contradicen unas a otras.

El acusado pidió perdón en repetidas ocasiones y admitió “arrepentirse de los hechos profundamente”. Según el fiscal, Dimitri T. sólo mostró “un mínimo de comprensión y remordimiento” dado que calificaba los hechos de “despreciables y del nivel moral más bajo”.

Para defenderse, el acusado había alegado durante el juicio que su jefe le había amenazado y obligado a hacer lo que hizo. Un examen de un experto constató que las acusaciones pedófilas están certificadas y que es culpable de los hechos.

Pese a no tener antecedentes penales, el juez consideró este lunes necesario aplicarle la pena de posterior detención preventiva, dado que el instructor operaba de forma sistemática y con un comportamiento siempre similar.

Los 12 años de prisión era la pena que pedían tanto fiscalía como la parte acusadora. Durante una de las redadas que la policía hizo en su casa, encontraron los vídeos filmados con una cámara acuática y fotos.

Durante el proceso judicial se oyeron testigos de familiares de las víctimas. Una de las madres de una niña que ahora tiene 13 años afirmaba que su hija se niega a visitar ahora piscinas municipales y que tiene miedo a viajar en transporte público.

Su hija contaba que el instructor le había “tocado de forma extraña”. Dimitri T. procedía a separar del grupo a niñas individuales para poder tocarlas más fácilmente.

Psicólogos y expertos del ámbito del deporte recomienda a las familias a reaccionar enseguida ante comentarios hechos por los niños.