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Un alto funcionario del Vaticano aseguró que existe preocupación en la Iglesia católica por el intento de instrumentalización política de las caravanas migrantes que atraviesan estos días México con destino a los Estados Unidos.
El subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Fabio Baggio, advirtió en entrevista con Notimex que la manipulación podría venir de diversos actores políticos y sociales de la región, aunque no precisó exactamente cuáles.
“Es bastante evidente en la prensa el intento de instrumentalización política de las caravanas, de una parte y de otra, de los gobiernos y las oposiciones, cada uno con su interpretación, usando como carne de cañón a la gente”, apuntó.
Uno de los más cercanos colaboradores del Papa Francisco en la materia reveló que desde el surgimiento del fenómeno de las caravanas, los obispos católicos de Centroamérica, México y Estados Unidos le informaron sobre todos los detalles.
Entonces, abundó, la Santa Sede puso en comunicación a las conferencias episcopales de los países de esa zona para que tuvieran una reflexión coordinada y una lectura en conjunto de las caravanas.
Destacó dos aspectos de las opiniones llegadas de parte de los obispos: un cuidado por la manipulación política que podría darse a estas iniciativas y el deseo porque a nadie le falta nada, que todas las personas sean atendidas.
“A eso agrego un punto mío: en esta frontera del sur de México transitan 400 mil personas por año, y nueve mil captaron la atención de los medios por viajar en caravana”, consideró.
“Es muy fácil ahora que lleguen ayudas, pero es una frontera que está muy transitada desde hace mucho tiempo”, añadió.
Sobre los migrantes que se han puesto en camino, afirmó “con toda sinceridad” que “no ayudan en la construcción de un cuadro general el que se usen frases como ´¡vamos a invadir!´o ´¡vamos a entrar sin permiso!´¨.
Al mismo tiempos constató que las caravanas manifiestan los problemas no resueltos en la mayoría de los países de Centroamérica y que no dependen sólo de algunos gobiernos, porque persisten desde hace muchas décadas.
Por eso se mostró partidario de una “alianza” mucho más efectiva entre las naciones de esa región y también con México.
“Hay muchos recursos que se pueden poner en común entre los mismos países para mejorar la situación. La Iglesia, con su rol crítico, debe llamar la atención a quien esté gobernando porque es su responsabilidad”, estableció.
El subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, Fabio Baggio, advirtió en entrevista con Notimex que la manipulación podría venir de diversos actores políticos y sociales de la región, aunque no precisó exactamente cuáles.
“Es bastante evidente en la prensa el intento de instrumentalización política de las caravanas, de una parte y de otra, de los gobiernos y las oposiciones, cada uno con su interpretación, usando como carne de cañón a la gente”, apuntó.
Uno de los más cercanos colaboradores del Papa Francisco en la materia reveló que desde el surgimiento del fenómeno de las caravanas, los obispos católicos de Centroamérica, México y Estados Unidos le informaron sobre todos los detalles.
Entonces, abundó, la Santa Sede puso en comunicación a las conferencias episcopales de los países de esa zona para que tuvieran una reflexión coordinada y una lectura en conjunto de las caravanas.
Destacó dos aspectos de las opiniones llegadas de parte de los obispos: un cuidado por la manipulación política que podría darse a estas iniciativas y el deseo porque a nadie le falta nada, que todas las personas sean atendidas.
“A eso agrego un punto mío: en esta frontera del sur de México transitan 400 mil personas por año, y nueve mil captaron la atención de los medios por viajar en caravana”, consideró.
“Es muy fácil ahora que lleguen ayudas, pero es una frontera que está muy transitada desde hace mucho tiempo”, añadió.
Sobre los migrantes que se han puesto en camino, afirmó “con toda sinceridad” que “no ayudan en la construcción de un cuadro general el que se usen frases como ´¡vamos a invadir!´o ´¡vamos a entrar sin permiso!´¨.
Al mismo tiempos constató que las caravanas manifiestan los problemas no resueltos en la mayoría de los países de Centroamérica y que no dependen sólo de algunos gobiernos, porque persisten desde hace muchas décadas.
Por eso se mostró partidario de una “alianza” mucho más efectiva entre las naciones de esa región y también con México.
“Hay muchos recursos que se pueden poner en común entre los mismos países para mejorar la situación. La Iglesia, con su rol crítico, debe llamar la atención a quien esté gobernando porque es su responsabilidad”, estableció.
