Tolerancia cero al abuso sexual infantil, impulsa el Episcopado

Tolerancia cero al abuso sexual infantil, impulsa el Episcopado

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 La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) integró un Equipo Nacional para la Protección de Menores, cuya tarea es prevenir, detectar, apoyar y atender los casos de abuso sexual infantil en el ámbito eclesial, particularmente en el diocesano, bajo el principio de “tolerancia cero y nunca más la cultura del abuso”.

“El Equipo Nacional de Protección de Menores deberá trabajar incansablemente bajo la exigencia del papa Francisco expresada en la tolerancia cero y en el nunca más a la cultura del abuso, así como al sistema de encubrimiento que le permite perpetuarse”, resaltó.

Ello, promoviendo instancias de diálogo y constructiva confrontación para caminar hacia una cultura del cuidado y protección del menor, añadió la CEM en un comunicado.

En el texto firmado, por el presidente y secretario general de la CEM, el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López y el obispo auxiliar de Monterrey, Alfonso Miranda Guardiola, respectivamente, se recordó que la integración del Equipo Nacional fue aprobada el pasado 15 de noviembre, durante su CVI Asamblea Plenaria.

Lo anterior, en virtud de que “los obispos de México somos conscientes de las graves consecuencias del abuso sexual infantil en nuestro país y de la enorme responsabilidad que todas las instituciones tenemos en el tema de la prevención y atención”.

La Secretaría General de la CEM será la encargada de coordinar a ese equipo multidisciplinario integrado por obispos, sacerdotes y laicos especializados e independientes con amplia experiencia en esta materia.

El equipo multidisciplinario desarrollará sus actividades, a partir de una metodología integral que atienda todos los aspectos, bajo una mirada de 360 grados y le corresponderá elaborar y mantener actualizadas las políticas, protocolos y/o manuales institucionales para la prevención y atención del abuso sexual infantil.

Además, ofrecerá apoyo a los obispos para la implementación de esos instrumentos, según las circunstancias particulares y realidad de cada diócesis, colaborando para la integración y formación de los equipos diocesanos de protección de menores.

También deberá diseñar estrategias para la creación de ambientes seguros para menores de edad, conforme a los estándares nacionales e internacionales, así como la legislación aplicable.

Otra de sus tareas será brindar a los obispos y a sus equipos pastorales, asesoría jurídica, canónica y psicológica para la atención integral de casos de abuso sexual infantil cometido por clérigos, incluyendo la necesaria atención a las víctimas de éstos.

Impartirá talleres y seminarios de capacitación para presbiterios, para los equipos de formadores en seminarios y para los agentes de pastoral que tengan contacto con menores de edad.

Desarrollará y ofrecerá -en conjunto con instituciones especializadas-, programas o materiales formativos para menores de edad y sus familiares, a fin de capacitar en la prevención y atención del abuso sexual.

Además, deberá diseñar mecanismos para la certificación de instituciones diocesanas dedicadas al trabajo con menores de edad, así como recopilar, analizar y publicar información estratégica que ayude a la Conferencia del Episcopado Mexicano y a las diócesis de México en la detección, prevención y atención integral del abuso sexual infantil.