Mauricio Macri cumple tres años de gobierno con promesas incumplidas

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El presidente de Argentina, Mauricio Macri, cumple tres años de gobierno en medio de una crisis económica y sin cumplir la mayoría de las promesas de campaña que le ayudaron a llegar al poder, a pesar de lo cual buscará la reelección.

Pobreza cero, derrotar al narcotráfico y unir a los argentinos fueron los tres objetivos principales que Macri se planteó desde que asumió y que repitió durante un par de años.

La primera promesa que se desdibujó fue la de unir a los argentinos, ya que la polarización entre el presidente y su antecesora, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner persiste y es alimentada desde sus propias fuerzas políticas y se replica en los medios de comunicación.

Tanto es así, que ambos son los precandidatos más populares rumbo a las elecciones presidenciales de octubre del próximo año, cada uno con alrededor de un 30 por ciento de intención de voto.

Derrotar al narcotráfico es otra meta que estaba incumplida de antemano, ya que ello no ha ocurrido en ningún país del mundo, y sólo los que han aplicado nuevas políticas de drogas han logrado morigerar el impacto del crimen organizado, pero no vencerlo.

Lo que sí puede presumir Macri, es que en estos tres años hubo récord de decomisos de drogas ilegales, particularmente en la frontera con Bolivia y Paraguay, y mayor número de detenciones, aunque siguen siendo mayoría los presos por delitos menores vinculados al narcotráfico.

Con respecto a la pobreza, Macri comenzó a insistir desde el año pasado que quería que el éxito o fracaso de gobierno fuera evaluado por la reducción del número de pobres en Argentina.

Ahora, ese indicador es el más preocupante, ya que la pobreza aumentó este año debido a la crisis económica y se prevé que aumentará todavía más el próximo año, en plenas campañas electorales, hasta superar los niveles que recibió de Fernández de Kirchner.

Al inicio del mandato de Macri había alrededor del 30 por ciento de pobreza, aunque los datos se manejan con reserva ya que el kirchnerismo había intervenido el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) y manipulado los indicadores.

Una vez que el Indec fue normalizado y sus cifras recuperaron la confiabilidad, Macri presumió que en 2017 la pobreza había bajado del 28.6 al 25.7 por ciento, pero en septiembre pasado el organismo reportó que durante el primer semestre de 2018 hubo un repunte de la pobreza hasta alcanzar el 27.3 por ciento.

En ese momento recién comenzaba a sentirse el impacto de la crisis económica que ahora se está profundizando, por lo que el oficialismo teme que en marzo próximo cuando se den a conocer los nuevos datos oficiales que abarquen todo 2018, la cifra supere el 30 por ciento, lo que en palabras del propio Macri representaría el fracaso de su gobierno.

Otra promesa insistente de Macri fue la recuperación económica y para este año anticipaba un crecimiento del 3.5 por ciento, pero en lugar de ello habrá una recesión del 2.6 por ciento que continuará en 2019 con una tasa de por lo menos 0.4 por ciento.

Con respecto a la inflación, que es uno de los principales problemas del país sudamericano, el presidente dijo que derrotarla “va a ser muy fácil” y que si no bajaba “va a ser responsabilidad de mi gobierno".

En 2016, Macri estimó que la inflación sería del 25 por ciento, pero fue del 40; en 2017 anunció que sería del 17 por ciento pero fue del 25 y para este año previó una tasa del 15 por ciento, pero terminará con el récord del 50 por ciento.

También prometió que no habría ningún ajuste del gasto público, pero para el Presupuesto 2019 estableció un recorte superior a los 300 mil millones de pesos.

“No voy a devaluar” y “no vamos a pedirle prestado al FMi”, afirmó una y otra vez durante la campaña, pero tan sólo este año el precio del dólar aumento más del 100 por ciento y el gobierno obtuvo un crédito de 57 mil millones de dólares por parte del organismo internacional.