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Ciudad de México. - Tras el discurso que Gloria Trevi ofreció en la pasada entrega de los Latin American Music Award, en el que alzó la voz por el abuso que, dijo, sufrió durante años a manos de Sergio Andrade, la cantante recibió muestras de apoyo de los fans y la comunidad artística, pero también hubo quienes la atacaron.
El odio, contó, principalmente llegaron de otras mujeres y en ellas le recriminaban su larga espera para hablar. Gloria dice que contestó y habló cuando sintió que era el momento adecuado, ya que antes su voz no valía tanto ni era tan importante como ahora.
“Siempre hay comentarios malos, de aquellos que se quieren hacer los interesantes. Muchos dijeron, por qué hablaba hasta ahora, ¿saben por qué? Porque ahora no necesito hacerlo, antes no lo hice porque no quería dar lástima, mi voz era pequeñita, estaba recién levantándome de nuevo, no estaba empezando de cero, sino de menos un millón, porque estaba cargando una cantidad enorme de desprestigio. Para mí era inútil hablarlo antes porque no tenía en ese momento una voz grande”.
Señala que, tras el buen recibimiento que ha tenido su carrera en este segundo aire que vive, se aventuró a romper ese silencio para, a través de su historia, ayudar a otras mujeres que pasan por lo mismo y no se atreven a hablarlo.
“Los tiempos de Dios son perfectos y éste era el momento indicado para hablar, porque ahora que vengo de entrar en el Salón de la Fama y con un tema que sigue subiendo en la radio, sentí que era un momento en el que tengo la atención de mucha gente que me considera persona fuerte, sentí que era el momento de abrir mi voz y podía aportar a erradicar la violencia”.
El odio, contó, principalmente llegaron de otras mujeres y en ellas le recriminaban su larga espera para hablar. Gloria dice que contestó y habló cuando sintió que era el momento adecuado, ya que antes su voz no valía tanto ni era tan importante como ahora.
“Siempre hay comentarios malos, de aquellos que se quieren hacer los interesantes. Muchos dijeron, por qué hablaba hasta ahora, ¿saben por qué? Porque ahora no necesito hacerlo, antes no lo hice porque no quería dar lástima, mi voz era pequeñita, estaba recién levantándome de nuevo, no estaba empezando de cero, sino de menos un millón, porque estaba cargando una cantidad enorme de desprestigio. Para mí era inútil hablarlo antes porque no tenía en ese momento una voz grande”.
Señala que, tras el buen recibimiento que ha tenido su carrera en este segundo aire que vive, se aventuró a romper ese silencio para, a través de su historia, ayudar a otras mujeres que pasan por lo mismo y no se atreven a hablarlo.
“Los tiempos de Dios son perfectos y éste era el momento indicado para hablar, porque ahora que vengo de entrar en el Salón de la Fama y con un tema que sigue subiendo en la radio, sentí que era un momento en el que tengo la atención de mucha gente que me considera persona fuerte, sentí que era el momento de abrir mi voz y podía aportar a erradicar la violencia”.