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El padre y el hermano del presidente de Argentina, Mauricio Macri, fueron citados a indagatoria en una de las múltiples causas derivadas de la mayor investigación por corrupción realizada en el país sudamericano y que ya ha implicado a decenas de exfuncionarios y empresarios.
El juez Claudio Bonadío emitió este lunes un citatorio que impactó de lleno en el plano político, ya que Franco y Gianfranco Macri, padre y hermano del mandatario, tendrán que presentarse el próximo jueves ante los tribunales.
Ambos deberán declarar en torno a las denuncias que realizó Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de las Concesiones Viales, quien aseguró que las empresas concesionarias pagaban sobornos millonarios para evitar controles.
De acuerdo con la acusación, los Macri formaban parte de ese grupo, ya que eran dueños de Autopistas del Sol, una firma que obtuvo la concesión del cobro de peajes en diversas autopistas a lo largo del país.
Uberti declaró en calidad de “testigo arrepentido”, por lo que si sus acusaciones son falsas, recibirá penas todavía mayores a las que estaban previstas inicialmente en su contra por haber formado parte de una larga cadena de corrupción.
Además de los Macri, también tendrán que declarar a lo largo de este mes empresarios de una veintena de firmas concesionarias, Uberti, el exministro de Planificación Julio De Vido, el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime y el exsecretario de Obras Públicas, José López.
Esta es una causa derivada de la investigación judicial que comenzó a mediados de este año, cuando el periodista de La Nación, Diego Cabot recibió una caja con ocho cuadernos escritos por Oscar Centeno, quien fuera chofer de Roberto Baratta, uno de los exfuncionarios más influyentes durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015).
En esas páginas, el chofer registró durante años y al mejor estilo de los servicios de espionaje, a dónde, cuándo y con quiénes llevaba a Baratta presuntamente para recoger millones de dólares en sobornos que entregaban empresarios y que, según él, terminaron en manos de los Kirchner.
La red de corrupción ya implicó a Ángelo Calcaterra, un primo de Macri, pero ahora ya llegó hasta su padre y su hermano, ya que después de su declaración el juez decidirá si los procesa o no.
En la causa principal ya hay 47 procesados, entre los que destacan la expresidenta, su exjefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y su exministro de Planificación, Julio de Vida.
También están ya procesados decenas de empresarios, entre ellos Paolo Rocca, uno de los hombres de negocios más poderosos de este país y sobre el cual un fiscal ya tramitó la orden de captura.
El juez Claudio Bonadío emitió este lunes un citatorio que impactó de lleno en el plano político, ya que Franco y Gianfranco Macri, padre y hermano del mandatario, tendrán que presentarse el próximo jueves ante los tribunales.
Ambos deberán declarar en torno a las denuncias que realizó Claudio Uberti, extitular del Órgano de Control de las Concesiones Viales, quien aseguró que las empresas concesionarias pagaban sobornos millonarios para evitar controles.
De acuerdo con la acusación, los Macri formaban parte de ese grupo, ya que eran dueños de Autopistas del Sol, una firma que obtuvo la concesión del cobro de peajes en diversas autopistas a lo largo del país.
Uberti declaró en calidad de “testigo arrepentido”, por lo que si sus acusaciones son falsas, recibirá penas todavía mayores a las que estaban previstas inicialmente en su contra por haber formado parte de una larga cadena de corrupción.
Además de los Macri, también tendrán que declarar a lo largo de este mes empresarios de una veintena de firmas concesionarias, Uberti, el exministro de Planificación Julio De Vido, el exsecretario de Transporte Ricardo Jaime y el exsecretario de Obras Públicas, José López.
Esta es una causa derivada de la investigación judicial que comenzó a mediados de este año, cuando el periodista de La Nación, Diego Cabot recibió una caja con ocho cuadernos escritos por Oscar Centeno, quien fuera chofer de Roberto Baratta, uno de los exfuncionarios más influyentes durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández (2003-2015).
En esas páginas, el chofer registró durante años y al mejor estilo de los servicios de espionaje, a dónde, cuándo y con quiénes llevaba a Baratta presuntamente para recoger millones de dólares en sobornos que entregaban empresarios y que, según él, terminaron en manos de los Kirchner.
La red de corrupción ya implicó a Ángelo Calcaterra, un primo de Macri, pero ahora ya llegó hasta su padre y su hermano, ya que después de su declaración el juez decidirá si los procesa o no.
En la causa principal ya hay 47 procesados, entre los que destacan la expresidenta, su exjefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y su exministro de Planificación, Julio de Vida.
También están ya procesados decenas de empresarios, entre ellos Paolo Rocca, uno de los hombres de negocios más poderosos de este país y sobre el cual un fiscal ya tramitó la orden de captura.
