A-AA+
Una suma descomunal de impuestos que incluyen contribuciones municipales, estatales y federales, “ahorcan” a los propietarios de los negocios de comida preparada, informó el presidente local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados, Juan Carlos Banda.
Explicó que, en algunos casos, han detectado que hay impuestos sobre impuestos, es decir, que los pagan varias veces, y eso les ha complicado la operación a los restauranteros de todos los giros.
Recordó que la operación se dificulta aún más por el alza del precio en los combustibles, y en particular de la gasolina y del gas butano, y también por el aumento en el costo de la energía eléctrica.
“A final de cuentas, todo ello repercute en los consumidores finales, y de alguna forma es necesario analizar la situación económica de la industria restaurantera, para que el sector pida una flexibilidad en la política fiscal a manera de que no repercuta en los comensales”.
Comentó que empresarios restauranteros están conscientes de que deben pagar impuestos y de eso no se niegan, pero debe ser de manera equitativa y generalizada.
Confían en que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador que acaba iniciar el primero de diciembre, traiga buenas noticias, puesto que el sector de restaurantero siente mucha tributación y pagos que hacen y se requiere más flexibilidad en la política hacendaria.
Comentó que es la autoridad quien puede definir de qué manera puede redistribuir la recaudación fiscal, pero eso debe ser analizado y lo deben estudiar los conocedores para que hagan sus estudios y entonces, vean qué es lo mejor para que se pueda aplicar.
Explicó que, en algunos casos, han detectado que hay impuestos sobre impuestos, es decir, que los pagan varias veces, y eso les ha complicado la operación a los restauranteros de todos los giros.
Recordó que la operación se dificulta aún más por el alza del precio en los combustibles, y en particular de la gasolina y del gas butano, y también por el aumento en el costo de la energía eléctrica.
“A final de cuentas, todo ello repercute en los consumidores finales, y de alguna forma es necesario analizar la situación económica de la industria restaurantera, para que el sector pida una flexibilidad en la política fiscal a manera de que no repercuta en los comensales”.
Comentó que empresarios restauranteros están conscientes de que deben pagar impuestos y de eso no se niegan, pero debe ser de manera equitativa y generalizada.
Confían en que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador que acaba iniciar el primero de diciembre, traiga buenas noticias, puesto que el sector de restaurantero siente mucha tributación y pagos que hacen y se requiere más flexibilidad en la política hacendaria.
Comentó que es la autoridad quien puede definir de qué manera puede redistribuir la recaudación fiscal, pero eso debe ser analizado y lo deben estudiar los conocedores para que hagan sus estudios y entonces, vean qué es lo mejor para que se pueda aplicar.
