La gripe, infección de las vías respiratorias

Cuidados y prevención, ayudarán a tu organismo

La gripe, infección de las vías respiratorias

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Curar la gripe y hacerlo bien, es importante para que no volvamos a sufrir las molestias de este problema de salud tan típico en estas fechas.
Aquí te explicamos por qué se produce esta afección y qué remedios son más eficaces.
El catarro o resfriado es una enfermedad infecciosa aguda, leve, de origen vírico, estacional y autolimitada, es decir, que se cura de forma espontánea.
Afecta al aparato respiratorio a nivel de las vías aéreas superiores, es altamente contagiosa, endémica y suele aparecer en otoño y a comienzos de invierno.

ÉPOCA DE FRÍO
Tradicionalmente, se ha asociado el ambiente frío con los catarros, las bronquitis y las neumonías.
Si bien es verdad que el frío afecta los mecanismos de defensa de las vías respiratorias, mucosas y cilios, y que la virulencia de los virus aumenta cuando bajan las temperaturas, la causa del aumento de las infecciones respiratorias en otoño y en invierno tiene su origen, fundamentalmente, en dos factores externos: El inicio del calendario escolar, colegios y guarderías, y el aumento del tiempo que pasamos en locales cerrados, con mala ventilación, hacinamiento, por el uso de las calefacciones y la contaminación atmosférica.

CONTAGIO
No debemos olvidar que los catarros y resfriados son enfermedades infecciosas y que, para padecerlas, se necesita un contagio previo, es decir, un paciente transmisor del agente infeccioso y otro paciente receptor.

SÍNTOMAS
El periodo de incubación oscila entre 24 y 72 horas después del contagio y los síntomas suelen ser más llamativos y marcados en los niños que en los adultos.
Estornudos y picor nasal.
Dolor de cabeza.
Secreción nasal mucosa aumentada.
Febrícula.
Conjuntivitis.
Tos, picor faríngeo, afonía.
Malestar general y cansancio.

DURACIÓN
Los síntomas, si no surgen complicaciones de sobreinfección bacteriana, duran de tres a siete días, son más prolongados en la infancia y pueden dejar secuelas de tos residual y aumento de la secreción nasal.

TRATAMIENTIO
Los catarros y resfriados no tienen un tratamiento específico curativo, pues para los virus que los provocan no existen medicamentos activos.
El tratamiento consiste en tratar los síntomas, mejorar los mecanismos de defensa y reforzar la inmunidad.
Estas son las claves de un buen tratamiento contra el catarro: No es necesario el uso de antibióticos.
El paracetamol, ibuprofeno o el ácido acetilsalicílico, mejoran el estado general y controlan las molestias y la fiebre.
DESCONGESTIVOS
Los descongestivos rinofaríngeos reducen la congestión nasal y mejoran la ventilación.

MUCOLÍTICOS
Los mucolíticos y expectorantes, en ancianos y pacientes mal hidratados, pueden ser de utilidad.
VITAMINAS C Y D
Las vitaminas C y D elevan la inmunidad y ayudan a prevenir complicaciones.

REFUERZA LAS DEFENSAS
Reforzar las defensas.
El sistema inmunológico se refuerza, en el caso de los catarros, con el paso del tiempo, el contacto con diferentes virus, la creación natural de las defensas a partir de los primeros años de vida, la toma de medicamentos o sustancias estimulantes de los diferentes mecanismos de inmunidad, una alimentación sana con productos vegetales frescos y naturales y un régimen de vida activo, con ejercicio físico habitual.

INMUNIDAD
Al no existir vacunas específicas para la gran cantidad de virus que dan lugar a estos procesos, la inmunidad frente se va adquiriendo de forma natural y progresiva.

PREVENCIÓN AMBIENTAL
Prevención ambiental.
El frío no es causante de la enfermedad respiratoria.
Pero sí hay que evitar los ambientes cargados, cerrados, mal ventilados con hacinamiento y calefacción excesiva.
Evitar los cambios bruscos de temperatura.
Poner humidificadores y hacer inhalaciones.

PREVENCIÓN CONDUCTAL
No fumar.
Taparse la nariz al toser y estornudar.