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Para que la inteligencia artificial pueda ser de gran utilidad, es necesario pensar "en lo peor que puede pasar", valoró Rose Luckin, profesora del Instituto de Educación de la University College London.La académica adujo que "pensar en lo peor" hace referencia a las situaciones y hechos que suceden en las redes sociales, pues con la dicha tecnología se potecializan las cosas publicadas en estas plataformas.
Durante la impartición de la conferencia "Encharning Learning and Teaching with Technology" en la "Arena Borrego" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), expuso que existen algunos riesgos y preocupaciones sobre dicho avance tecnológico, pues cualquier persona o sistema puede hacerse pasar por una plataforma educativa si es que pretende dirigirse a la comunidad educativa.
Asentó que los usuarios cibernéticos deben cuestionarse quién captura la información compartida en redes; si los cibernautas otorgan consentimiento para ello; cuál es el propósito; se tiene el derecho a negarse a compartir información personal, es decir, se requiere de mayores indicadores de regulación, acotó.
Sentenció que los contenidos en la web deben ser honestos y con principios de transparencia, a fin de que cada usuario sepa y tenga conocimiento sobre el manejo de sus datos personales.
Pese al panorama evidenciado, puntualizó que la inteligencia artificial es para ayudar a la inteligencia humana, donde siempre debe tenerse certeza que la segunda es "más inteligente" y de ahí nace todo el conocimiento.
Rose Luckin sostuvo que el principal objetivo de los avances tecnológicos y científicos, es que los "maestros humanos" con apoyo del sistema de inteligencia hagan más inteligente al ser humano, "y no más atontado", recalcó.
Enfatizó que este rubro de la ciencia puede usarse para ayudar al ser humano, por ejemplo, conectar desarrolladores de aplicaciones digitales con educadores y viceversa, en aras de lograr avances favorables para el alumnado de los diferentes niveles educativos.
Ejemplificó que hace poco un robot de reclutamiento de Amazon tuvo una deficiencia técnica, ya que aceptaba más solicitudes de empleo para hombres que para mujeres, situación que muestra la necesidad de seguir perfeccionando los esquemas de inteligencia artificial, concluyó.
