La Nobel de la Paz Nadia Murad pide en Bagdad respuesta al drama de las mujeres yazidíes

La Nobel de la Paz Nadia Murad pide en Bagdad respuesta al drama de las mujeres yazidíes

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Nadia Murad / Foto: AP

BAGDAD, Irak (EFE).- La premio Nobel de la Paz iraquí Nadia Murad pidió hoy al Gobierno de Bagdad que encuentre a las mujeres yazidíes que permanecen desaparecidas tras ser secuestradas por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en su primer acto oficial en casa tras recibir ese galardón el pasado lunes.

La activista yazidí fue recibida por el presidente del país, Barham Saleh, en un encuentro que sirvió también para que esta joven, que sufrió en propia carne el secuestro y la esclavitud sexual a manos del grupo terrorista, solicitara servicios públicos para Sinyar, en el noroeste de Irak y cuna de los yazidíes.

La región fue arrasada por los extremistas en agosto de 2014 y desde entonces unos 3 mil yazidíes, la mitad de ellos mujeres, permanecen en paradero desconocido, según datos del Departamento General de los Asuntos Yazidíes del Gobierno del Kurdistán iraquí, donde se refugiaron la mayoría de los miembros de esta minoría religiosa.

La activista, nacida en 1993, pidió al jefe de Estado que trabaje "para todos los iraquíes", sin importar su confesión religiosa.

Asimismo, se dirigió a sus conciudadanos y les pidió que sean un "pueblo de paz con todas las sectas y, especialmente, con las minorías", como los yazidíes y los cristianos, que sufrieron la persecución del EI con especial virulencia.

"He venido con la paz del Nobel a Bagdad para deciros que la voluntad del bien ganó a la esclavitud y el derecho ha ganado frente al mal", afirmó Murad, quien se convirtió en un símbolo de la lucha contra los extremistas después de sobrevivir a tres meses de cautiverio del EI.

"La captura de mujeres y las violaciones brutales del EI tienen como objetivo destruir nuestra sociedad y despreciar la dignidad de la mujer iraquí", agregó Murad, que recibió el premio Nobel de la Paz por denunciar la violencia sexual en los conflictos, un galardón que compartió con el médico congoleño Denis Mukwege.

Por su parte, el presidente iraquí felicitó a Murad por haberse hecho con esta distinción y la invitó a quedarse en Irak para "ayudar a sus hermanas iraquíes a conseguir sus derechos y reforzar su papel en la sociedad".

Saleh aseguró que el galardón es "un mérito natural para ella y para los hijos del pueblo yazidí" que a lo largo de su historia ha sufrido varios intentos de genocidio.

El mandatario aprovechó la oportunidad para solicitar al Parlamento iraquí que apruebe una ley que reconozca la matanza y persecución de los yazidíes a manos del EI como "genocidio", como ya lo hace la ONU.

Saleh recibió a Murad en la sede de la Presidencia junto a diputados iraquíes, representantes de los grupos religiosos y familiares de víctimas de la masacre de Speicher, una base militar en el norte de Irak donde los yihadistas ejecutaron a cientos de uniformados en 2014.

El mandatario prometió lograr "la justicia y la igualdad de todos los iraquíes" y facilitar el regreso de los desplazados y los desaparecidos por el conflicto con el EI.

"Todos los iraquíes, desde la región del Kurdistán hasta el sur del país, participaron en la victoria sobre el terrorismo representado en las bandas del Estado Islámico", subrayó Saleh, quien agregó que la victoria militar debe dar paso a avances políticos, económicos y sociales.

El presidente destacó que el triunfo de los iraquíes es "una victoria para toda la región y el mundo", ya que los iraquíes detuvieron al EI y su amenaza contra todas las naciones.

En diciembre de 2017, Bagdad proclamó la derrota del EI después de haber recuperado los últimos territorios que los extremistas controlaban en el oeste del país, en la frontera con Siria.

Durante los más de tres años en los que el grupo radical ocupó amplias zonas de Irak perpetró crímenes brutales contra civiles, así como las fuerzas de seguridad iraquíes y otros representantes del Estado.

En agosto de 2014, los yihadistas asesinaron y secuestraron a miles de yazidíes -miembros de esa minoría religiosa basada en el zoroastrismo, asentada en el norte de Irak y cuyas raíces se remontan a 2 mil años antes de Cristo- y las mujeres y niñas fueron esclavizadas y violadas, incluida Murad, quien consiguió huir y revelar así su experiencia ante el mundo.