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Pedro Sánchez, presidente del gobierno español / Foto: Archivo
MADRID (AP) — El presidente del gobierno español comparó el miércoles los intentos secesionistas catalanes con el enredado proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y sostuvo que ambos se basan en presentar a los ciudadanos argumentos falsos.
En un discurso ante los legisladores, Pedro Sánchez dijo que en ambas campañas “se inventa aun relato de agravios inventados. En ambos casos se obliga a elegir entre dos identidades”.
“Quieren conseguir la polaridad. Negar el espacio a la moderación y al entendimiento”, añadió, enumerando una serie de “mentiras” que según el mandatario sustentan los argumentos tanto de los partidarios del Brexit como de los separatistas.
Sánchez anunció que su gabinete se reunirá la semana próxima en Barcelona y elevará el salario mínimo del país de 736 a 900 euros mensuales.
El aumento salarial del 22% es parte del acuerdo de los socialistas con un partido antiausteridad para aprobar el presupuesto de 2019. Sánchez, cuyo gobierno minoritario tiene apenas 84 de las 350 bancas del Congreso, espera que el gasto social del plan dificulte su rechazo por parte de los diputados separatistas catalanes en una votación prevista para enero.
“Un país rico no puede tener trabajadores pobres”, dijo Sánchez.
La realización de la reunión del 21 de diciembre en la capital catalana debería servir de señal de un deshielo de las relaciones entre el gobierno central y las autoridades regionales independentistas, pero los separatistas han convocado a protestas en medio de una tensión política creciente.
Dirigentes del opositor Partido Popular, de derechas, expulsado del poder meses atrás, y el centroderechista Ciudadanos presionan a Sánchez para que endurezca su posición frente a Cataluña. Quieren que el presidente invoque un poder constitucional que permitiría a las autoridades centrales tomar el control de la turbulenta región.
Los socialistas, el PP y Ciudadanos respaldaron al entonces presidente Mariano Rajoy cuando tomó esa medida el año pasado frente a una declaración unilateral de independencia de la legislatura catalana, pero no tomaron medidas para aplicarla.
Legisladores separatistas catalanes exhortaron a Sánchez a seguir en la senda del diálogo y a permitir un voto sobre la autodeterminación en la región.
“Su cerrazón por desgracia nos va a abocar de nuevo a la desobediencia”, dijo Joan Tardá, legislador del partido izquierdista ERC, uno de los impulsores del referendo sobre la independencia del año pasado.
MADRID (AP) — El presidente del gobierno español comparó el miércoles los intentos secesionistas catalanes con el enredado proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y sostuvo que ambos se basan en presentar a los ciudadanos argumentos falsos.
En un discurso ante los legisladores, Pedro Sánchez dijo que en ambas campañas “se inventa aun relato de agravios inventados. En ambos casos se obliga a elegir entre dos identidades”.
“Quieren conseguir la polaridad. Negar el espacio a la moderación y al entendimiento”, añadió, enumerando una serie de “mentiras” que según el mandatario sustentan los argumentos tanto de los partidarios del Brexit como de los separatistas.
Sánchez anunció que su gabinete se reunirá la semana próxima en Barcelona y elevará el salario mínimo del país de 736 a 900 euros mensuales.
El aumento salarial del 22% es parte del acuerdo de los socialistas con un partido antiausteridad para aprobar el presupuesto de 2019. Sánchez, cuyo gobierno minoritario tiene apenas 84 de las 350 bancas del Congreso, espera que el gasto social del plan dificulte su rechazo por parte de los diputados separatistas catalanes en una votación prevista para enero.
“Un país rico no puede tener trabajadores pobres”, dijo Sánchez.
La realización de la reunión del 21 de diciembre en la capital catalana debería servir de señal de un deshielo de las relaciones entre el gobierno central y las autoridades regionales independentistas, pero los separatistas han convocado a protestas en medio de una tensión política creciente.
Dirigentes del opositor Partido Popular, de derechas, expulsado del poder meses atrás, y el centroderechista Ciudadanos presionan a Sánchez para que endurezca su posición frente a Cataluña. Quieren que el presidente invoque un poder constitucional que permitiría a las autoridades centrales tomar el control de la turbulenta región.
Los socialistas, el PP y Ciudadanos respaldaron al entonces presidente Mariano Rajoy cuando tomó esa medida el año pasado frente a una declaración unilateral de independencia de la legislatura catalana, pero no tomaron medidas para aplicarla.
Legisladores separatistas catalanes exhortaron a Sánchez a seguir en la senda del diálogo y a permitir un voto sobre la autodeterminación en la región.
“Su cerrazón por desgracia nos va a abocar de nuevo a la desobediencia”, dijo Joan Tardá, legislador del partido izquierdista ERC, uno de los impulsores del referendo sobre la independencia del año pasado.
