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El cierre del tradicional diario venezolano El Nacional confirma “el peor de los diagnósticos para Venezuela: la agonía de su democracia, sus instituciones y sus libertades”, señaló hoy el rotativo local El Tiempo, que se solidarizó con el medio de comunicación del vecino país.
“El estado de la libertad de expresión y de prensa es quizás uno de los mejores indicadores de la salud de la democracia de un país. Por eso, lo que le está sucediendo al diario El Nacional, que anunció que el de hoy será, al menos por ahora, su último ejemplar impreso”, señaló en un editorial.
El Nacional “no claudicará en su lucha y seguirá vivo en las plataformas digitales, a la espera de que pueda regresar al papel, medio a través del cual brilló en sus 75 años de vida desde que fue fundado por el escritor Miguel Otero Silva", añadió.
El Tiempo consideró que el diario venezolano fue "un faro en la lucha contra las dictaduras y por cuyas páginas desfilaron algunas de las mejores plumas del continente, entre ellas la de nuestro Nobel Gabriel García Márquez y otros inspiradores e influyentes pensadores”.
"La censura, represión, ahogamiento financiero y judicial y la imposibilidad de adquirir papel por las restricciones del dólar han marcado al menos los últimos 15 años de la prensa independiente venezolana, empeñada en una resistencia desde que el gobierno de Hugo Chávez tomó el rumbo del autoritarismo, seguido ahora por el desastroso y, desde enero, renovado mandato de Nicolás Maduro”.
Calificó como triste el cierre del diario y como “un atropello más de la dictadura en Venezuela (...) El Nacional, por el hecho de ser el diario líder y el único independiente de circulación nacional que quedaba, sufrió las peores embestidas en medio de la delirante obsesión del chavismo de imponer lo que denominó la ‘hegemonía comunicacional'”.
El Tiempo reconoció que el diario venezolano había logrado alargar sus ediciones gracias al papel que le hacían llegar otros periódicos del continente, redujo sus cuadernillos y dejó de circular los días de menor lecturabilidad.
"La trituradora revolucionaria ha sacado de circulación 33 diarios, ha silenciado 99 estaciones de radio y televisión y ha perseguido judicialmente al menos a 50 periodistas, sin contar a todos los que, amenazados junto con sus familias, han tenido que escapar al exilio para salvar sus vidas”, subrayó.
Medios tradicionales como RCTV “desaparecieron de las pantallas y otros emblemáticos como Últimas Noticias o El Universal fueron forzados a cambiar su línea editorial y hoy se hacen los de la vista gorda respecto a la tragedia diaria de los venezolanos o edulcoran su realidad ante la censura oficial”, añadió.
Sin embargo, “sus rotativas se podrán haber detenido, pero jamás se apagará su voz, mucho menos entre quienes siguen luchando para que la horrible noche que instalaron Chávez y Maduro en Venezuela llegue, tarde o temprano, a su fin. La prensa libre está con El Nacional”.
“El estado de la libertad de expresión y de prensa es quizás uno de los mejores indicadores de la salud de la democracia de un país. Por eso, lo que le está sucediendo al diario El Nacional, que anunció que el de hoy será, al menos por ahora, su último ejemplar impreso”, señaló en un editorial.
El Nacional “no claudicará en su lucha y seguirá vivo en las plataformas digitales, a la espera de que pueda regresar al papel, medio a través del cual brilló en sus 75 años de vida desde que fue fundado por el escritor Miguel Otero Silva", añadió.
El Tiempo consideró que el diario venezolano fue "un faro en la lucha contra las dictaduras y por cuyas páginas desfilaron algunas de las mejores plumas del continente, entre ellas la de nuestro Nobel Gabriel García Márquez y otros inspiradores e influyentes pensadores”.
"La censura, represión, ahogamiento financiero y judicial y la imposibilidad de adquirir papel por las restricciones del dólar han marcado al menos los últimos 15 años de la prensa independiente venezolana, empeñada en una resistencia desde que el gobierno de Hugo Chávez tomó el rumbo del autoritarismo, seguido ahora por el desastroso y, desde enero, renovado mandato de Nicolás Maduro”.
Calificó como triste el cierre del diario y como “un atropello más de la dictadura en Venezuela (...) El Nacional, por el hecho de ser el diario líder y el único independiente de circulación nacional que quedaba, sufrió las peores embestidas en medio de la delirante obsesión del chavismo de imponer lo que denominó la ‘hegemonía comunicacional'”.
El Tiempo reconoció que el diario venezolano había logrado alargar sus ediciones gracias al papel que le hacían llegar otros periódicos del continente, redujo sus cuadernillos y dejó de circular los días de menor lecturabilidad.
"La trituradora revolucionaria ha sacado de circulación 33 diarios, ha silenciado 99 estaciones de radio y televisión y ha perseguido judicialmente al menos a 50 periodistas, sin contar a todos los que, amenazados junto con sus familias, han tenido que escapar al exilio para salvar sus vidas”, subrayó.
Medios tradicionales como RCTV “desaparecieron de las pantallas y otros emblemáticos como Últimas Noticias o El Universal fueron forzados a cambiar su línea editorial y hoy se hacen los de la vista gorda respecto a la tragedia diaria de los venezolanos o edulcoran su realidad ante la censura oficial”, añadió.
Sin embargo, “sus rotativas se podrán haber detenido, pero jamás se apagará su voz, mucho menos entre quienes siguen luchando para que la horrible noche que instalaron Chávez y Maduro en Venezuela llegue, tarde o temprano, a su fin. La prensa libre está con El Nacional”.