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Los legisladores suecos rechazaron este viernes la propuesta para que el primer ministro provisional, Stefan Lofven, forme un gobierno de centro izquierda, tres meses después de las elecciones que han dejado al país en el limbo político.
El Riksdagen (parlamento) votó 200 contra 116 para rechazar la coalición minoritaria de los socialdemócratas de Lofven, el partido más grande de Suecia, y los Verdes de tendencia izquierdista.
Con esta decisión se acerca la posibilidad de la convocatoria de elecciones anticipadas tras 90 días de estancamiento político.
La cámara legislativa ya había votado anteriormente en contra de renovarle la confianza a Lofven y posteriormente descartó la candidatura del líder del centro derecha Ulf Kristersson.
"Nos dirigimos a unas nuevas elecciones a gran velocidad", reconoció Kristersson, líder del Partido Moderado, justo antes de que los legisladores se pronunciaran de nuevo.
La votación fue la segunda de las cuatro posibles antes de que el presidente Andreas Norlen deba convocar nuevas elecciones.
Norlen indicó que anunciaría la próxima semana cuál será el próximo paso, y agregó que las conversaciones informales con los líderes del partido se llevarán a cabo en los próximos días.
"Puedo ver a los partidos en el Riksdagen acercando a Suecia a una nueva elección y haré todo lo que pueda para evitarlo. Pero si los partidos eligen tener un nuevo gobierno, no me interpondré en el camino", dijo Norlen en un comunicado.
Todos los intentos hasta ahora de formar un gobierno han sido sin los populistas, nacionalistas demócratas de Suecia, que tienen sus raíces en un movimiento neonazi.
Ni el bloque de centro-izquierda ni de centro-derecha en el parlamento cooperará con el partido que hizo grandes avances en las elecciones del 9 de septiembre.
No hubo comentarios inmediatos por parte de Lofven, quien se encontraba en Bruselas para una cumbre de la Unión Europea.
El jueves, el bloque de centro-derecha tuvo su propuesta de presupuesto para 2019 aprobada en el Parlamento, un primer golpe para Lofven, que había presentado un presupuesto de transición políticamente neutral.
Las elecciones de septiembre dibujaron un escenario político en Suecia sin grandes mayorías, con los dos bloques --centro-izquierda y centro-derecha-- con un peso prácticamente similar en el Riksdagen.
La llave del gobierno la tendrían Demócratas Suecos, pero los grandes partidos rechazan entablar contactos con esta formación ultraderechista.
El Riksdagen (parlamento) votó 200 contra 116 para rechazar la coalición minoritaria de los socialdemócratas de Lofven, el partido más grande de Suecia, y los Verdes de tendencia izquierdista.
Con esta decisión se acerca la posibilidad de la convocatoria de elecciones anticipadas tras 90 días de estancamiento político.
La cámara legislativa ya había votado anteriormente en contra de renovarle la confianza a Lofven y posteriormente descartó la candidatura del líder del centro derecha Ulf Kristersson.
"Nos dirigimos a unas nuevas elecciones a gran velocidad", reconoció Kristersson, líder del Partido Moderado, justo antes de que los legisladores se pronunciaran de nuevo.
La votación fue la segunda de las cuatro posibles antes de que el presidente Andreas Norlen deba convocar nuevas elecciones.
Norlen indicó que anunciaría la próxima semana cuál será el próximo paso, y agregó que las conversaciones informales con los líderes del partido se llevarán a cabo en los próximos días.
"Puedo ver a los partidos en el Riksdagen acercando a Suecia a una nueva elección y haré todo lo que pueda para evitarlo. Pero si los partidos eligen tener un nuevo gobierno, no me interpondré en el camino", dijo Norlen en un comunicado.
Todos los intentos hasta ahora de formar un gobierno han sido sin los populistas, nacionalistas demócratas de Suecia, que tienen sus raíces en un movimiento neonazi.
Ni el bloque de centro-izquierda ni de centro-derecha en el parlamento cooperará con el partido que hizo grandes avances en las elecciones del 9 de septiembre.
No hubo comentarios inmediatos por parte de Lofven, quien se encontraba en Bruselas para una cumbre de la Unión Europea.
El jueves, el bloque de centro-derecha tuvo su propuesta de presupuesto para 2019 aprobada en el Parlamento, un primer golpe para Lofven, que había presentado un presupuesto de transición políticamente neutral.
Las elecciones de septiembre dibujaron un escenario político en Suecia sin grandes mayorías, con los dos bloques --centro-izquierda y centro-derecha-- con un peso prácticamente similar en el Riksdagen.
La llave del gobierno la tendrían Demócratas Suecos, pero los grandes partidos rechazan entablar contactos con esta formación ultraderechista.