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Los organizadores de una inminente cumbre global sobre abusos sexuales instaron a todos los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, a visitar a las víctimas de la pederastia clerical en sus respectivos países y escuchar de primera mano sus historias.
El llamado, a través de una carta enviada desde el Vaticano, está firmado por dos cardenales, un arzobispo y un sacerdote, los integrantes del comité preparatorio de un encuentro para el cuidado de los menores convocado por el Papa Francisco y que está programado en Roma del 21 al 24 de febrero próximo.
La misiva precisó que las víctimas de los abusos cometidos por clérigos sufrieron daños y constató que, si en el pasado la omisión podía haber sido una forma de respuesta, ahora lo que debe imperar es la solidaridad, “entendida en su sentido más hondo y desafiante”.
“Mientras no haya una respuesta completa y comunitaria, no solo no lograremos curar a las víctimas/supervivientes de los abusos, sino que la credibilidad de la Iglesia para llevar a cabo la misión de Cristo estará en peligro en todo el mundo”, indicó.
Agregó que el primer paso debe ser reconocer la verdad de lo sucedido y por eso urgió a cada presidente de conferencia episcopal a “acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países”.
Pidió que estos encuentros tengan lugar en las próximas semanas, antes de la reunión de Roma, con el objetivo de “conocer así de primera mano el sufrimiento que han soportado”.
“Dichos encuentros personales son una forma concreta de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la prioridad en la mente de todos durante el encuentro de febrero, a medida que se unen en solidaridad, humildad y penitencia para avanzar en la crisis de los abusos”, estableció una breve nota explicativa de la carta.
El texto fue firmado por los cardenales Blase Cupich, arzobispo de Chicago (Estados Unidos) y Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), Charles Scicluna, arzobispo de Malta y Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de los Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Entre otras cosas pidió a todos los presidentes de las conferencias episcopales contestar un cuestionario anexo en el cual todos puedan expresar sus opiniones de manera “constructiva y crítica”, a medida que se avanza en identificar “dónde se necesita ayuda para llevar a cabo reformas ahora y en el futuro”.
Sostuvo que el Papa está convencido de que, a través de la cooperación colegial, se pueden enfrentar los desafíos que tiene ante sí la Iglesia.
“Pero cada uno de nosotros debe asumir este desafío, uniéndonos en solidaridad, humildad y penitencia para reparar el daño causado, compartiendo un compromiso común de transparencia y responsabilizando a todos en la Iglesia”, estableció.
El llamado, a través de una carta enviada desde el Vaticano, está firmado por dos cardenales, un arzobispo y un sacerdote, los integrantes del comité preparatorio de un encuentro para el cuidado de los menores convocado por el Papa Francisco y que está programado en Roma del 21 al 24 de febrero próximo.
La misiva precisó que las víctimas de los abusos cometidos por clérigos sufrieron daños y constató que, si en el pasado la omisión podía haber sido una forma de respuesta, ahora lo que debe imperar es la solidaridad, “entendida en su sentido más hondo y desafiante”.
“Mientras no haya una respuesta completa y comunitaria, no solo no lograremos curar a las víctimas/supervivientes de los abusos, sino que la credibilidad de la Iglesia para llevar a cabo la misión de Cristo estará en peligro en todo el mundo”, indicó.
Agregó que el primer paso debe ser reconocer la verdad de lo sucedido y por eso urgió a cada presidente de conferencia episcopal a “acercarse y visitar a víctimas que han sufrido abusos por parte del clero en sus respectivos países”.
Pidió que estos encuentros tengan lugar en las próximas semanas, antes de la reunión de Roma, con el objetivo de “conocer así de primera mano el sufrimiento que han soportado”.
“Dichos encuentros personales son una forma concreta de reafirmar que los supervivientes del abuso clerical son la prioridad en la mente de todos durante el encuentro de febrero, a medida que se unen en solidaridad, humildad y penitencia para avanzar en la crisis de los abusos”, estableció una breve nota explicativa de la carta.
El texto fue firmado por los cardenales Blase Cupich, arzobispo de Chicago (Estados Unidos) y Oswald Gracias, arzobispo de Bombay (India), Charles Scicluna, arzobispo de Malta y Hans Zollner, presidente del Centro para la Protección de los Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.
Entre otras cosas pidió a todos los presidentes de las conferencias episcopales contestar un cuestionario anexo en el cual todos puedan expresar sus opiniones de manera “constructiva y crítica”, a medida que se avanza en identificar “dónde se necesita ayuda para llevar a cabo reformas ahora y en el futuro”.
Sostuvo que el Papa está convencido de que, a través de la cooperación colegial, se pueden enfrentar los desafíos que tiene ante sí la Iglesia.
“Pero cada uno de nosotros debe asumir este desafío, uniéndonos en solidaridad, humildad y penitencia para reparar el daño causado, compartiendo un compromiso común de transparencia y responsabilizando a todos en la Iglesia”, estableció.
