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Una casa utilizada como centro de operaciones de la campaña gallardista en una tranquila calle de la colonia Moderna, se convirtió en motivo de intranquilidad y molestia entre los vecinos por los frecuentes festejos, música en alto volumen hasta las madrugadas, escándalos, arrancones y entradas y salidas de sujetos que llegan en autos de alta gama, muchos de ellos sin placas.
La vivienda se localiza en la privada Benigno Arriaga 120, una callecita cerrada entre el Hospital General de Zona Número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (de Cuauhtémoc) y el Centro de Convenciones.
Residentes inconformes explicaron que originalmente fue una casa habitación normal y posteriormente fue una especie de albergue de estudiantes, antes de que funcionara este año como lugar de operaciones de la campaña a la alcaldía de Ricardo Gallardo Juárez. De seis meses a la fecha, se ha convertido en algo insoportable para los vecinos de una privada “que se supone que lo es porque fue creada para vivir en tranquilidad”.
Los visitantes y asistentes a las fiestas bloquean las cocheras con sus autos y si les reclaman los moradores, se ponen agresivos. Los ruidosos realizan fiestas miércoles, jueves, viernes y sábado, es decir cuatro días de la semana con ruido hasta las 6 de la mañana.
Llaman a las corporaciones policiales para ver si los callan y le bajan a su escándalo, pero no acude ninguna autoridad a atenderlos y entonces, los escándalos se vuelven insoportables para los vecinos.
La vivienda se localiza en la privada Benigno Arriaga 120, una callecita cerrada entre el Hospital General de Zona Número 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social (de Cuauhtémoc) y el Centro de Convenciones.
Residentes inconformes explicaron que originalmente fue una casa habitación normal y posteriormente fue una especie de albergue de estudiantes, antes de que funcionara este año como lugar de operaciones de la campaña a la alcaldía de Ricardo Gallardo Juárez. De seis meses a la fecha, se ha convertido en algo insoportable para los vecinos de una privada “que se supone que lo es porque fue creada para vivir en tranquilidad”.
Los visitantes y asistentes a las fiestas bloquean las cocheras con sus autos y si les reclaman los moradores, se ponen agresivos. Los ruidosos realizan fiestas miércoles, jueves, viernes y sábado, es decir cuatro días de la semana con ruido hasta las 6 de la mañana.
Llaman a las corporaciones policiales para ver si los callan y le bajan a su escándalo, pero no acude ninguna autoridad a atenderlos y entonces, los escándalos se vuelven insoportables para los vecinos.
