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Problema familiar Cambio inconveniente
Otro signo de la novatez de algunos legisladores pone en relieve que algunos de ellos aún no han asumido la importancia del cargo que detentan.
De inicio, que el cargo es personal. No lo pueden extender hacia la parentela, por más cercana que ésta sea. Es una equivocación pensar que la pareja o los progenitores de los diputados tienen alguna injerencia en los asuntos del Congreso.
Mucho menos, que tienen alguna capacidad de mando sobre los asuntos de esa instancia pública. Esta situación es inaceptable, y más lo sería si, además de todo, se los incluye en la nómina legislativa.
Ojalá que los liderazgos legislativos comprendan de manera inmediata la sinrazón de esta conducta y eviten un nuevo raspón a la nueva Legislatura.
Las fallas geológicas en Milpillas son un nueva advertencia sobre los riesgos de protección civil en la entidad y de la fragilidad ambiental del subsuelo, afectado por la explotación intensiva del acuífero.
Ya son dos las zanjas impresionantes que se han descubierto en esa área cercana a la capital. Además de asegurar la seguridad de las personas y propiedades que habitan en esa área, las autoridades deben verificar si tales fenómenos meteorológicos amenazan también la zona urbana del municipio.
El compromiso debe ser real, no vayan a repetir la irresponsabilidad de asistir a los afectados sólo para tomarse una foto.
La alcaldía de Soledad de Graciano Sánchez salió más gallardista que el propio Ricardo Gallardo Cardona.
A la petición del diputado federal perredista, asediado por los señalamientos de una egolatría excesiva, de retirar su nombre a la calle que otrora fuera el antiguo Camino a San Pedro, la presidencia municipal le pone hielo a la petición y le recuerda que la petición llevaría tiempo antes de ser cumplida.
Y tienen razón, pues no es tan sencillo como cambiar una placa. Deben hacerse trámites oficiales ante dependencias federales y estatales, además de preguntarle a la ciudadanía y a los comercios de la zona, que ya batallaron con un primer cambio.
No les fue fácil, pues los negocios debieron hacer trámites ante autoridades tributarias y las personas ante instancias electorales para actualizar sus datos.
Quizá, ante el engorro de tener que cambiar de nuevo ante el ataque de modestia que tuvo Gallardo Cardona, a varios años de que el cambio se concretó, lo más práctico sea dejar las cosas como están.
¡HASTA MAÑANA!
Otro signo de la novatez de algunos legisladores pone en relieve que algunos de ellos aún no han asumido la importancia del cargo que detentan.
De inicio, que el cargo es personal. No lo pueden extender hacia la parentela, por más cercana que ésta sea. Es una equivocación pensar que la pareja o los progenitores de los diputados tienen alguna injerencia en los asuntos del Congreso.
Mucho menos, que tienen alguna capacidad de mando sobre los asuntos de esa instancia pública. Esta situación es inaceptable, y más lo sería si, además de todo, se los incluye en la nómina legislativa.
Ojalá que los liderazgos legislativos comprendan de manera inmediata la sinrazón de esta conducta y eviten un nuevo raspón a la nueva Legislatura.
Las fallas geológicas en Milpillas son un nueva advertencia sobre los riesgos de protección civil en la entidad y de la fragilidad ambiental del subsuelo, afectado por la explotación intensiva del acuífero.
Ya son dos las zanjas impresionantes que se han descubierto en esa área cercana a la capital. Además de asegurar la seguridad de las personas y propiedades que habitan en esa área, las autoridades deben verificar si tales fenómenos meteorológicos amenazan también la zona urbana del municipio.
El compromiso debe ser real, no vayan a repetir la irresponsabilidad de asistir a los afectados sólo para tomarse una foto.
La alcaldía de Soledad de Graciano Sánchez salió más gallardista que el propio Ricardo Gallardo Cardona.
A la petición del diputado federal perredista, asediado por los señalamientos de una egolatría excesiva, de retirar su nombre a la calle que otrora fuera el antiguo Camino a San Pedro, la presidencia municipal le pone hielo a la petición y le recuerda que la petición llevaría tiempo antes de ser cumplida.
Y tienen razón, pues no es tan sencillo como cambiar una placa. Deben hacerse trámites oficiales ante dependencias federales y estatales, además de preguntarle a la ciudadanía y a los comercios de la zona, que ya batallaron con un primer cambio.
No les fue fácil, pues los negocios debieron hacer trámites ante autoridades tributarias y las personas ante instancias electorales para actualizar sus datos.
Quizá, ante el engorro de tener que cambiar de nuevo ante el ataque de modestia que tuvo Gallardo Cardona, a varios años de que el cambio se concretó, lo más práctico sea dejar las cosas como están.
¡HASTA MAÑANA!
