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Cambio de estrategia El brete de la UASLP
El ayuntamiento capitalino ha hecho un gran esfuerzo en documentar las irregularidades que dejó el anterior gobierno, de Ricardo Gallardo Juárez. Ha señalado las inconsistencias, los montos y los probables responsables.
Le falta la denuncia. Llevar a lo mediático la situación puede llevarle puntos a la causa de la alcaldía navista, pero esos son demasiado volátiles. Y más si la ausencia de resultados en las labores que son responsabilidad del ayuntamiento.
Las denuncias de corrupción son relevantes, pero al ciudadano le importará más si el bache que dañó su vehículo o la lámpara que no enciende en su calle.
El gobierno municipal ha invertido su primer mes en escarbar en los escombros y en hacer públicos los hallazgos. El tiempo ha sido suficiente y urge que en materia de irregularidades, las denuncie.
De no hacerlo, el gobierno de Xavier Nava estará sólo caminando en círculos.
Muy pronto se quedó sin materia la iniciativa del diputado local morenista Pedro César Carrizales para abrogar la Ley de Seguridad Interior. Y es que la mencionada normatividad fue anulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que ya no queda nada por abrogar.
Quizá el legislador local pueda ahora enfocar sus esfuerzos en generar iniciativas que puedan beneficiar directamente al estado, en lugar de presentar iniciativas que, es cierto, dan reflectores, pero que no tienen una incidencia real en la entidad.
La Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí enfrenta una muy grave situación con la divulgación pública de acusaciones realizadas por alumnas contra presuntos acosadores, un esfuerzo realizado por el Frente Estudiantil Mujeres Universitaria, dentro de una corriente de denuncia conocido como “Denuncia a tu acosador”.
El esfuerzo parece una réplica de lo que ocurrió recientemente en el Colegio de México, donde víctimas de este tipo de hostigamiento empezaron a hacer públicos los nombres de sus agresores.
Lamentablemente, el listado exhibido no era corto. La UASLP y su facultad enfrentan el dilema de cómo actuar ante una situación de esta naturaleza. No puede desestimar las denuncias sin haber investigado a conciencia la realidad de las mismas, dándole a las presuntas víctimas la oportunidad de buscar justicia. También tiene que determinar con certeza que no sean falsas, pues la posibilidad de que el esfuerzo desate una cacería de brujas no puede descartarse en aras de la corrección política.
Lo que no puede hacer la UASLP es enconcharse en el mutismo y hacer como que no pasa nada.
El ayuntamiento capitalino ha hecho un gran esfuerzo en documentar las irregularidades que dejó el anterior gobierno, de Ricardo Gallardo Juárez. Ha señalado las inconsistencias, los montos y los probables responsables.
Le falta la denuncia. Llevar a lo mediático la situación puede llevarle puntos a la causa de la alcaldía navista, pero esos son demasiado volátiles. Y más si la ausencia de resultados en las labores que son responsabilidad del ayuntamiento.
Las denuncias de corrupción son relevantes, pero al ciudadano le importará más si el bache que dañó su vehículo o la lámpara que no enciende en su calle.
El gobierno municipal ha invertido su primer mes en escarbar en los escombros y en hacer públicos los hallazgos. El tiempo ha sido suficiente y urge que en materia de irregularidades, las denuncie.
De no hacerlo, el gobierno de Xavier Nava estará sólo caminando en círculos.
Muy pronto se quedó sin materia la iniciativa del diputado local morenista Pedro César Carrizales para abrogar la Ley de Seguridad Interior. Y es que la mencionada normatividad fue anulada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que ya no queda nada por abrogar.
Quizá el legislador local pueda ahora enfocar sus esfuerzos en generar iniciativas que puedan beneficiar directamente al estado, en lugar de presentar iniciativas que, es cierto, dan reflectores, pero que no tienen una incidencia real en la entidad.
La Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí enfrenta una muy grave situación con la divulgación pública de acusaciones realizadas por alumnas contra presuntos acosadores, un esfuerzo realizado por el Frente Estudiantil Mujeres Universitaria, dentro de una corriente de denuncia conocido como “Denuncia a tu acosador”.
El esfuerzo parece una réplica de lo que ocurrió recientemente en el Colegio de México, donde víctimas de este tipo de hostigamiento empezaron a hacer públicos los nombres de sus agresores.
Lamentablemente, el listado exhibido no era corto. La UASLP y su facultad enfrentan el dilema de cómo actuar ante una situación de esta naturaleza. No puede desestimar las denuncias sin haber investigado a conciencia la realidad de las mismas, dándole a las presuntas víctimas la oportunidad de buscar justicia. También tiene que determinar con certeza que no sean falsas, pues la posibilidad de que el esfuerzo desate una cacería de brujas no puede descartarse en aras de la corrección política.
Lo que no puede hacer la UASLP es enconcharse en el mutismo y hacer como que no pasa nada.
