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Nápoles se engalana para su cita con la historia

Por EFE

Abril 29, 2023 11:06 a.m.

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NÁPOLES (EFE).- La ciudad de Nápoles cuenta las horas para el partido ante el Salenitana. Este domingo a las 15.00 (CET) es el momento señalado para poner fin a una larga espera de 33 años. Con un poco de fortuna, si el Lazio no gana al Inter, los 'azzurri' pueden ser campeones de Italia con una victoria que, eso sí, no pillaría desprevenido a nadie en una Nápoles que ya está vestida de gala para su cita con la historia.

Una sensación extraña recorre las calles de esta ciudad porteña del sur de Italia. Y no es solo la intermitente lluvia que cada cierto tiempo provoca una red de paraguas eterna. Es por la bonita contradicción de ser una urbe supersticiosa pero que ya está preparada para que el domingo su equipo sea campeón en el estadio Diego Armando Maradona. El fútbol, con Kvartaskhelia y Osimhen como principales culpables, ha vencido también a la reina de la ciudad.

Pero es que, además de navegar sobre la fina línea entre la histórica superstición que corre por sus venas y las ganas irremediables de celebración, durante 90 minutos será una ciudad que estará inevitablemente animando al Inter para que la aritmética sea posible. 

"Tenéis que venir mañana por la mañana aquí. Vamos a sacar unas mesas y a comer todos juntos antes del partido", dijo a EFE animado un vecino de Loreto Mare. Mientras, otros tantos colocaban entre balcón y balcón los últimos detalles para la gran fiesta justo encima de un "cementerio" futbolístico en el que descansaban el resto de equipos de la Serie A junto a un ataúd.

Un empate a cero sería el resultado perfecto, aunque sufrido, para los 'tifosi' napolitanos. Se encomiendan al Inter, a uno de sus enemigos más grandes, uno de los tres equipos -junto a Juventus y Milan- que se ha alternado la victoria del campeonato italiano en los últimos 20 años, poniendo de manifiesto la gran brecha que existe entre el norte de Italia y el sur, ese que solo ha conseguido el 'Scudetto' en tres ocasiones: con el Cagliari en 1970 y con Maradona en 1987 y 1990. 

A las 12.30 (CET), como si jugara el Nápoles, la mayoría de la población se pondrá delante de un televisor o sintonizará una radio. 

"En este punto ya estamos perdiendo la cabeza. Imagínate que el Lazio pierde con el Inter y que el Nápoles no es capaz de marcar en el Maradona. Lo hará el público si hace falta", aseguró a EFE un taxista tranquilo que serpenteaba entre la multitud con la calma de quien lo hace a diario. Llevan esperando este momento mucho tiempo, y las conversaciones han sido para ellos un 'deja-vú' constante desde hace varios meses.

La multitud este sábado tenía un destino final claro: el mural de Maradona en los Barrios Españoles, en el corazón de Nápoles. La corriente guiaba a las masas inevitablemente a un peregrinaje que terminaba en una fiesta teñida de azul.

Allí los niños llevaban puesta la emblemática máscara de Osimhen y los adultos rendían tributo a Maradona con cánticos. Porque es justo en este momento en el que más se acuerdan de su gran ídolo. También hubo hueco para el Juventus, aunque claro está que en otro sentido. 

Del "Oh, Mamá, ¿sabes por qué me late el corazón? He visto a Maradona" al "Juventino el que no bote es" había solo un silencio de apenas segundos. En ese silencio un hombre poseído se levantaba la camiseta y descubría su tatuaje del Diego para reavivar los cánticos.

No hay otra realidad que la de que Nápoles ya está preparada para la fiesta, ya se siente campeona. Al menos ya está vestida para la ocasión. Como cuando un adolescente se prepara antes de tiempo para ir a su primera fiesta. Como cuando de pequeño te ponías las botas de tacos en casa en lugar de en el campo, nervioso por jugar el partido.

Este domingo los jugadores también estarán algo nerviosos. Es imposible no sentir el latido de una ciudad que lleva una temporada respirando fútbol por todos los costados. Seguro que Kvaratskhelia y Osimhen no se pondrán las botas en casa, igual no llegan ni la mitad de preocupados al estadio Diego Armando Maradona que los aficionados. Pero seguro que no necesitarán saltar media hora antes para entrar en calor, porque llevan sintiéndolo desde el inicio de temporada. 

Murales, bufandas, banderas, plásticos azules entrelazados en los balcones y figuras a tamaño natural decoran la ciudad. Todos los ciudadanos han sido partícipes de los preparativos de una fiesta inevitable que esperan poder disfrutar cuanto antes. Con el Vesubio de fondo y con Maradona entre todos ellos.