Disputa diplomática por comentarios de ministro francés

  El canciller italiano Antonio Tajani canceló abruptamente el jueves una visita a París debido a comentarios del ministro del Interior francés donde criticó la política migratoria de la primera ministra italiana.

Italia había exigido explicaciones por los comentarios hechos por el ministro francés, Gerald Darmanin, a la emisora RMC, culpando a la primera ministra italiana Giorgia Meloni por el aumento de migrantes, notablemente menores de edad, en la frontera Francia-Italia.

Meloni "es incapaz de resolver los problemas migratorios por los cuales fue elegida", expresó Darmanin a la emisora. Además, la acusó de "mentirle al pueblo", diciendo que ése era un "vicio" de la extrema derecha.

El comentario fue un dardo contra Meloni y contra la líder ultraderechista francesa Marine Le Pen, ya que el ministro hizo notar que Meloni fue elegida por "los amigos" de Le Pen. El presidente del partido de Le Pen, Agrupación Nacional, visitó la frontera el miércoles, al parecer con la intención de resucitar el tema de la migración.

Los comentarios de Darmanin surgieron cuando Tajani se disponía a viajar a París para reunirse con su homólogo francés. El canciller italiano dijo que las "ofensas" lanzadas por el ministro francés contra el gobierno italiano van contra "el espíritu con el cual debemos enfrentar los desafíos europeos".

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia se retractó de los comentarios de Darmanin, afirmando que los lazos entre Italia y Francia "están fundamentados en el respeto mutuo, entre nuestros dos países y entre nuestros líderes". El gobierno de Francia, añade en un comunicado, desea trabajar con el de Italia en el tema de la migración, particularmente en el Mediterráneo central, en un espíritu de solidaridad.

Italia y Francia han discrepado sobre políticas migratorias desde que Meloni asumió el cargo el año pasado como la primera líder de la ultraderecha en Italia desde la posguerra. Su gobierno ha aplicado medidas duras contra la inmigración, incluyendo enfrentamientos con barcos de rescate humanitarios. Las tensiones repuntaron el año pasado cuando Italia se negó a aceptar el barco Ocean Viking con 234 migrantes a bordo y obligó a Francia a hacerlo.

El ministro de Defensa de Italia, Guido Grosetto, uno de los aliados más cercanos de Meloni y férreo partidario de sus políticas migratorias, insistió en que Darmanin debe disculparse ante el gobierno italiano y ante Meloni.