El jefe de la Policía de Israel rechaza la creación de una Guardia Nacional

JERUSALÉN (EFE).- El comisionado de la Policía de Israel, Kobi Shabtai, reiteró este martes que la iniciativa del Gobierno de crear una Guardia Nacional bajo el control del ministro de Seguridad Nacional, el extremista Itamar Ben Gvir, podría causar graves daños a la seguridad en el país.

“Establecer una Guardia Nacional subordinada a la oficina [de Ben Gvir] es una medida innecesaria que tendrá un precio muy alto, hasta el punto de dañar la seguridad personal de los ciudadanos”, dijo Shabtai en un acto público, difundido por la prensa israelí.

“Cualquier desconexión [de la Guardia Nacional] del control policial destruiría la seguridad personal, sería un desperdicio de recursos y conduciría a la desintegración de la Policía de Israel desde adentro”, agrega.

El domingo, el gabinete de Gobierno de Benjamín Netanyahu aprobó de forma preliminar la creación de una Guardia Nacional, a través del recorte presupuestario a todos los ministerios para poder asignar al cuerpo los fondos necesarios: en torno a 250.000 euros anuales.

Ben Gvir lidera el partido Poder Judío, el más derechista del actual Gobierno, y en el pasado ha sido acusado más de 50 veces y condenado en ocho oportunidades por disturbios, vandalismo, incitación al racismo antiárabe y apoyo a una organización terrorista.

Según sus propias palabras, la nueva Guardia Nacional se ocuparía, entre otras cosas, de prevenir "el terrorismo y crímenes nacionalistas", de garantizar la seguridad en ciudades donde residen tanto judíos como árabes y de combatir el crimen organizado en las ciudades árabes.

Analistas temen que el nuevo cuerpo incluya un número importante de voluntarios provenientes de organizaciones de extrema derecha, de las colonias judías en Cisjordania ocupada y de grupos racistas antiárabes.

La semana pasada, Shabtai envió una carta a Ben Gvir y a Netanyahu en la que describió la iniciativa como "innecesaria" y advirtió que podría "causar un gran daño al aparato de seguridad".

El conflicto palestino-israelí vive un grave repunte de violencia, y 2023 se perfila como uno de los años más mortíferos en décadas, con el aumento de ataques tanto de palestinos como de colonos judíos que viven en Cisjordania, así como el incremento de violentas redadas israelíes en los territorios ocupados.

El número de muertos palestinos en incidentes violentos con Israel en Cisjordania ocupada en lo que va de año ha ascendido a 92 -un promedio de más de uno por día y la cifra más alta para ese periodo desde el 2000-; mientras que del lado israelí han fallecido 15 personas víctimas de ataques de palestinos o árabes israelíes.