logo pulso
PSL Logo

El "todos contra Erdogan" aglutina a una oposición turca dividida internamente

Por EFE

Mayo 11, 2023 01:13 p.m.

A

ESTAMBUL, Turquía (EFE).- Las elecciones de este domingo suponen la primera posibilidad de un giro político en Turquía tras 20 años de creciente autoritarismo del presidente Recep Tayyip Erdogan, y de la llegada al poder de una oposición que promete estabilidad y restaurar derechos y libertades, pese a sus divisiones internas.

"Esta es la primera vez que la oposición está tan cerca de hacerse con el poder con una victoria democrática", señala a EFE el politólogo Güven Gürkan Öztan, quien advierte, no obstante, de que Erdogan aún podría resultar vencedor, o incluso bloquear un traspaso del poder en caso de derrota.

La mayoría de las encuestas prevén una victoria de Kemal Kiliçdaroglu, líder del socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), y candidato a las presidenciales por una heterogénea alianza de seis formaciones que van desde nacionalistas a islamistas.

Öztan, profesor de Ciencias Políticas en la Istanbul Üniversitesi, explica que Erdogan y sus aliados no sólo han perdido la hegemonía del poder, sino que su campaña electoral es "tan poco estimulante" que no convence a los votantes, más allá de su núcleo de seguidores más fieles, que aún está por encima del 40 %.

Al otro lado del espectro electoral hay conservadores, progresistas, nacionalistas o seguidores del partido HDP, izquierdista y defensor de los derechos de la minoría kurda, mostrando que el principal elemento de polarización es estar a favor o en contra de Erdogan, más allá de las divisiones campo-ciudad, laicismo-islamismo o derecha-izquierda.

"La sociedad turca está fragmentada, hay muchos puntos de tensión, pero la oposición ha unido estas diferentes tendencias políticas frente al estilo de gobierno que representa Erdogan", señala el experto.

La principal promesa de la oposición, además de sanear la depauperada economía, es emprender una restauración de los valores democráticos y de las libertades, muy erosionadas tras dos décadas de creciente autoritarismo de Erdogan.

Aunque en la alianza opositora hay formaciones islamistas con posturas parecidas a las del AKP de Erdogan, o el nacionalista IYI, que comparte con el Ejecutivo su política de mano dura contra el HDP, esos partidos rechazan la forma de gobernar del actual presidente.

Así, pese a esas contradicciones internas, Öztan recuerda que el bloque opositor ha logrado un consenso sobre cómo devolver al país al sistema parlamentario que Erdogan interrumpió cuando en 2017 ganó un referéndum que otorgó al presidente enormes poderes ejecutivos y control sobre buena parte de la justicia.

Eso sí, opina que para lograr un Gobierno estable, la oposición debe ganar, además de las presidenciales, las elecciones parlamentarias que se celebran el mismo día.

"Si la oposición consigue ganar ambas, tendrá que dejar de lado sus diferencias ideológicas y dar lo mejor de sí misma", dice Öztan, quien recuerda que el año que viene hay comicios locales que podrían ser una especie de prueba de rendimiento del nuevo Gobierno.

Esa estabilidad puede depender en parte del resultado del HDP, un partido amenazado con la ilegalización por parte de Erdogan, y que, aunque no se ha sumado al bloque opositor, sí apoya a Kiliçdaroglu.

Sirri Süreyya Önder, exdiputado y candidato por Estambul del HDP, asegura a EFE que su partido podría duplicar, hasta llegar a cien, sus diputados en el Parlamento de 600 escaños, con lo que podría ser determinante en la políticas de un eventual nuevo Gobierno.

"Si Kiliçdaroglu no lanza esta iniciativa de democratización radical prometida, si muestra tendencias de mantener el status quo, nosotros tenemos suficiente fuerza para impedirlo", asegura, tendiendo la mano al líder opositor para equilibrar el peso de las fuerzas más conservadoras de la alianza.

Con todo, con las encuestas dando un resultado muy ajustado tanto en las presidenciales como en las parlamentarias, diferentes analistas y el propio Kiliçdaroglu hablan del riesgo de que Erdogan no acepte una derrota, tal y como hizo cuando el AKP perdió en 2019 las municipales en Estambul.

Öztan ve esa posibilidad, aunque considera que si hay una abrumadora mayoría en el Parlamento, el presidente tendrá menos margen de maniobra para impugnar las elecciones.

Sobre la posibilidad de que sus partidarios recurran a la violencia para bloquear el traspaso de poderes, como sucedió con el asalto al Capitolio de Washington en 2021 o en Brasil el año pasado, el politólogo cree que no puede ignorarse la posibilidad de que haya elementos paramilitares agrupados en torno al Gobierno.