Gobierno del Yemen culpa a los rebeldes hutíes de la estampida con 78 muertos

SANÁ (EFE).- El Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen culpó hoy a los rebeldes hutíes de la estampida que esta madrugada ha provocado la muerte de al menos 78 personas que se agolparon para recibir un cheque de apenas nueve dólares en la capital, Saná, controlada por los insurgentes.

"La responsabilidad por la masacre de Saná ocurrida en uno de los centros de distribución de ayuda perteneciente a un comerciante recae sobre quienes saquearon el tesoro público y las reservas públicas del Estado y suspendieron el pago de salarios hace ocho años", dijo en Twitter el ministro de Información yemení, Muamar al Eryani.

Los hutíes controlan Saná desde que se inició la guerra del Yemen en 2014, obligando al Gobierno internacionalmente reconocido a desplazarse a la ciudad de Adén, en el sur del país.

El ministro denunció que tras casi una década de gestión de los rebeldes de la capital, el sector privado ha sido "desbaratado" y "decenas de miles de personas" se han quedado sin empleo, "dejándoles sin ninguna fuente de ingresos para mantener a sus familias".

La tragedia tuvo lugar esta madrugada en una escuela gubernamental del casco antiguo de Saná, donde estaban repartiendo cupones por valor de unos nueve dólares en un evento organizado por un destacado hombre de negocios, identificado como Mohamed al Kaboos. 

El inicio de la estampida se inició cuando unos hombres armados dispararon al aire para dispersar y organizar a las masas que se agolpaban frente a las puertas del centro, donde se repartían estos cupones en motivo del Aíd al Fitr, la festividad que pone fin al mes sagrado musulmán de ramadán.

Las autoridades hutíes indicaron que todavía hay una decena de heridos que se encuentran en estado crítico, por lo que la cifra de muertos podría aumentar, mientras que los insurgentes compensaron a las familias con un millón de riales (alrededor de 1,920 dólares en el mercado paralelo) y a los heridos con 20,000 (unos 385 dólares).

La guerra en el Yemen, en la que intervino en 2015 Arabia Saudí como líder de una coalición militar en apoyo al Gobierno, ha provocado la peor catástrofe humanitaria en el planeta. 

Desde hace años, la ONU considera la de Yemen como la peor crisis humanitaria del mundo, con más de 23 millones de personas necesitadas de asistencia, como consecuencia de la guerra que mantienen los hutíes, el Gobierno y sus aliados, y de la pobreza imperante en el país.