Grupo creado por Iglesia portuguesa apoyará a víctimas y rehabilitará a abusadores
LISBOA, Portugal (EFE).- El nuevo grupo creado por la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) para atajar la pederastia en el seno de la Iglesia apoyará a las víctimas, pero también rehabilitará a los agresores y ejercerá una labor de prevención sobre religiosos con riesgo de cometer abusos sexuales a menores.
Este equipo, denominado Vita, está integrado por psicólogos, un psiquiatra, un asistente social y un grupo consultivo de expertos en Derecho y análisis estadístico, todos laicos, y funcionará de forma autónoma respecto a la Iglesia católica.
"Es un grupo enfocado a tener una vertiente operativa dentro de la Iglesia, por lo que necesita tener un frente de acogida bien autónomo ante las víctimas y la sociedad", dijo hoy el presidente de la CEP, José Ornelas, durante la presentación del grupo en Lisboa.
PAPEL "PIONERO"
El equipo, con un mandato de tres años y que sucede a la comisión de expertos que investigó la dimensión de los abusos sexuales en la Iglesia portuguesa, está liderado por la psicóloga Rute Agulhas.
Agulhas consideró que la Iglesia asume un "papel pionero" en Portugal al apostar por la creación de "respuestas específicas para víctimas y agresores", así como programas y estrategias de "prevención primaria".
El grupo recibirá "sospechas y relatos" de abusos y dirigirá a las víctimas, por un lado, a las entidades de investigación competentes (civiles y canónicas), y, por otro, a una red de profesionales especializados que prestan apoyo psicológico, psiquiátrico, social y jurídico.
En ese sentido, se creará una Bolsa Nacional de Profesionales a los que puedan acudir las víctimas.
REHABILITACIÓN DE AGRESORES
La prevención y la rehabilitación también formarán parte del trabajo del grupo, por lo que se prestará apoyo psicológico a curas y otras personas vinculadas a la Iglesia que hayan cometido abusos, para evitar reincidencias.
Este trabajo se ampliará también a los "jóvenes o adultos que, sin haber cometido delitos sexuales, se sienten en riesgo y con necesidad de ayuda en el área de la sexualidad", explicó uno de los integrantes del grupo Vita, Ricardo Barroso.
Barroso señaló que las intervenciones psicoterapéuticas realizadas en otros países permiten "asegurar un cambio de comportamiento bastante razonable con riesgo bajo o medio-alto", que suponen casi el 90 % de los individuos en riesgo.
El equipo desarrollará además un programa de prevención de abusos específico para la Iglesia y desarrollará "mecanismos de evaluación y monitorización" de esta problemática.
GRUPO TEMPORAL
El grupo señaló que tiene carácter "temporal" y su actividad será asumida de forma gradual por las comisiones diocesanas y los institutos religiosos.
A partir del 22 de mayo se habilitará un teléfono y un email para empezar a recibir denuncias y testimonios, aunque la idea es ampliarlo a otros canales, como servicios domiciliarios.
El grupo Vita tiene previsto realizar informes semestrales y el primero se divulgará en diciembre.
La comisión de expertos que investigó los abusos en la Iglesia lusa reveló que hay al menos 4.815 víctimas de pederastia desde 1950 y elaboró una lista de sacerdotes sospechosos en activo.
