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ONU condena el bombardeo mortal del Ejército birmano contra disidentes

Por EFE

Abril 11, 2023 12:38 p.m.

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NACIONES UNIDAS (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó este martes la muerte de decenas de personas en un bombardeo del Ejército birmano contra un acto del Gobierno de Unidad Nacional (NUG), que se declara la autoridad legítima de Birmania tras la asonada de 2021, en la región de Sagaing (al noroeste).

"Los responsables del ataque deben rendir cuentas", dijo el portavoz de Guterres Stéphane Dujarric, quien subrayó la importancia de que se permita que los heridos reciban el tratamiento médico que necesitan.

Dujarric insistió en que el secretario general de la ONU "condena todas las formas de violencia y reafirma la primacía del principio de protección de los civiles de conformidad con el derecho internacional humanitario y reitera su llamamiento a los militares para que pongan fin a la campaña de violencia contra la población de Birmania (Myanmar) en todo el país".

El portavoz apuntó que los trabajadores humanitarios continúan brindado asistencia en la región a pesar de la situación y subrayó que este ataque aéreo es "el último ejemplo del horrible número de víctimas civiles" en el conflicto birmano.

"Además de todo esto, los precios de los alimentos y de los combustibles están subiendo", concluyó. 

Las fuerzas armadas birmanas (el Tatmadaw) bombardearon a primera hora del martes una ceremonia de inauguración de una oficina administrativa vinculada al NUG en la localidad de Pazigyi, en Sagaing (uno de los principales bastiones rebeldes en el país), y después cazas perpetraron otro ataque por la tarde en la zona durante las tareas de rescate, según un portavoz del NUG.

En el ataque murieron decenas de personas, hasta más de cien, según algunas fuentes.

Se trata de uno de los ataques más sangrientos de los que se tiene registro desde que el Ejército dio un golpe de Estado el 1 de febrero de 2021, poniendo fin a una década de transición democrática y sumiendo al país en una espiral de violencia y semianarquía, con los militares controlando apenas una cuarta parte de la nación.