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Suben a 38 los fallecidos por alud en Ecuador y bajan a 50 los desaparecidos

Por El Universal

Abril 13, 2023 05:20 p.m.

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Quito, 13 abr (EFE).- El número de fallecidos por el alud que sepultó parte de la población ecuatoriana de Alausí ascendió este jueves a 38, después de que se recuperasen dos cuerpos más de la zona del desastre, según el último balance publicado por la Secretaría General de Riesgos.

Con estas dos nuevas víctimas rescatadas, bajó a 50 el número de personas que en principio faltan por ubicar dentro de las más de 24 hectáreas que cubrió este gran deslizamiento de tierra ocurrido en la noche del domingo 26 de marzo.

De los más de mil damnificados por el desastre, que se han visto obligados a desalojar sus casas ante el riesgo de un nuevo corrimiento de tierra, todavía hay 28 que están acogidos en uno de los cuatro albergues temporales dispuestos en el municipio.

La mayoría continúa temporalmente hospedado en viviendas de familiares y de amigos de diversos puntos del país, ante la imposibilidad de momento de retornar a sus domicilios.

Hasta el momento son 57 casas que se estima que fueron sepultadas y destruidas por el alud, mientras que otras 163 sufrieron también daños.

En las labores de rescate participan 123 bomberos, 120 militares y 77 policías, mientras que en la población también está desplegado personal de instituciones de asistencia como Cruz Roja y delegados de diversos ministerios del Estado.

Hasta ahora se ha logrado retirar de la zona afectada cerca de 16.700 metros cúbicos de material.

Desde inicio de esta semana las autoridades ecuatorianas elevaron el nivel de alerta de amarilla a naranja ante el riesgo creciente de un nuevo alud, producto de la continuidad de diversas grietas en la parte alta de la montaña y el ingreso de agua a la masa de tierra deslizada por lluvias y colapso del sistema de saneamiento.

Esta tragedia sucedida en Alausí, población de la provincia andina de Chimborazo, se llevó por delante decenas de vidas que no alcanzaron a evacuar sus viviendas pese a que desde finales del año pasado había señales que anticipaban un inminente deslizamiento, como grandes grietas en la montaña.