Abril: sensaciones y celebraciones

Esta semana tendremos tres celebraciones internacionales que ojalá se lleven más titulares y “trending topic” que las campañas políticas que sufrimos a todas horas. Mañana lunes es el día internacional del libro, la lectura y los derechos de autor; el viernes 27 es el día mundial del diseño gráfico, y el domingo el día internacional de la danza.

En las tres se trata de resaltar actividades artísticas, donde una persona busca crear imágenes, y más allá, sensaciones, de hibridarlas, de crear nuevas formas de sentir y emocionarnos. Se trata de reflexionar sobre cómo adquirimos conocimientos y sensaciones (la lectura como insumo de nuestra mente), cómo las proyectamos y sobre nuestro cuerpo más allá de simple “carcaza” de nuestra mente. Lo que varía es el tiempo de creación, y el medio en que se transmiten, pero al final la emoción queda en la memoria del espectador.

Anoche tuve un sueño extraordinario y me levanté a escribirlo. No fue como lo soñé pero capté algo de los paisajes y la arquitectura, de sus diálogos. No sé si lo publique pero cuando encuentre el mejor medio quizá lo haga. Por lo pronto ya lo platiqué. Se vale soñar. Ojalá sea mayor el apoyo a las artes en próximas administraciones, que se den cuenta de que se necesita como espectadores, intérpretes y creadores. No se trata de dedicar un día a algo o alguien, sino ver que es algo necesario, en peligro o cómo apoyarlo. No se trata de que todos seamos escritores profesionales, o bailarines, o lo que sea, pero que podamos apreciar y disfrutar, que haya sueños y realidades diversas.

El poeta Octavio Paz se refería a la dupla erotismo y literatura como “la llama doble”, término que bien puede aplicarse a la dupla creación-recepción. Literatura, diseño y danza suceden cuando se oyen y se ven. “El lector puede ser considerado el personaje principal de la novela, en igualdad con el autor; sin él, no se hace nada”, escribió Elsa Triolet. A veces la cámara guía al actor y a veces al revés, en una coreografía propia, única, dijo Guillermo del Toro. Hay que abrir un libro (o un diario), apreciar un cartel o una portada de libro, sus interiores) o ver un cuerpo en movimiento). El proceso de creación artística no está completo si no se vuelve parte de alguien. Nuestro lector, nuestra lectora ideal, nuestra espectadora. Uno o muchos. Pensamos en alguien y queremos comunicarnos emotivamente.
Dice Homero Aridjis:

“Atrás y adelante del tiempo va la imagen
Adentro de la imagen va otra imagen
Más rápido que la velocidad va el pensamiento”.

La danza se da no solo en un escenario, sino en la vida cotidiana, dan ganas de bailar de alegría o de tristeza, de oír esa música especial y dejarse llevar. El diseño es la intención de hacer algo que transmita algo más que información, algo más que un producto (sé que dije que no hablaría de política pero qué feo que parece que pocos diseñadores hay buenos en las campañas) y la lectura se da en ciertos dispositivos electrónicos, en algunos volantes, en voz alta y con melodía. Poesía eres tú. Y yo soy otro. Y por eso leo, y dibujo y bailo. ¿Bailamos?

Hay muchas formas de leer el mundo y no debe importarnos si leer o bailar nos hace diferentes. Zaratustra creía en lo divino del baile, don Quijote era llamado loco por creer (¿actuar?) libros de caballería. Leer, dibujar o bailar son modos de desenajenarnos, aunque a la gente “normal” le cueste aceptarlos. El arte es la manera de liberarnos de la depresión, de la monotonía.

Dice Enrique Vila-Matas: “El mundo es un pasaje, y este es nuestra vida, está en los libros. Sólo vivimos realmente a medida que leemos nuestra historia, trascendiéndola”. Añade Ricardo Piglia: “Hay una relación entre la lectura y lo real, pero también hay una relación entre la lectura y los sueños, y en ese doble vínculo la novela ha tramado su historia”.

“Los bailarines son los mensajeros de los dioses”, comentó Martha Graham. Y eso se ve en ciertos pasos, en el ritmo que se logra en algunos movimientos del cuerpo. El arte es una necesidad y así debe ser apoyado. Es la mejor retroalimentación y cambio que se da en días de melancolías y cansancios Es el mejor vampirismo. Por eso dijo George Bernard Shaw, y podemos cambiar “literatura” por “arte” y “escritores” por “artistas”: “La literatura es una extraña máquina que traga, que absorbe todos los placeres, todos los acontecimientos de la vida. Los escritores son vampiros”.

Cierro con otra cita de Vila-Matas:

“No se escribe para entretener, aunque la literatura sea de las cosas más entretenidas que haya, ni se escribe para eso que se llama “contar historias”, aunque la literatura está llena de relatos geniales. No. Se escribe para atar al lector, para adueñarse de él, para seducirlo, para subyugarlo, para entrar en el espíritu de otro y quedarse allí…”

Como decía Bob Ross: felices trazos (y lecturas, diseños, pasos).

Posdata: Hay varias iniciativas para celebrar el día del libro, entre las que destaca la de “libro libre”, que propone la liberación de libros en sitios públicos, con la invitación a leerlos y a regresarlos después a la calle, para que sigan circulando. Este lunes dejaré varios en plazas de San Luis. ¿Cómo ven, cuántos se suman?

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