logo pulso
PSL Logo

Comprar votos

Por Sergio Sarmiento

Abril 04, 2024 03:00 a.m.

A

Desquiten todo lo que se pueda, porque es dinero del pueblo, 

pero cada quien vote por 

lo que dicte su conciencia”. 

Andrés Manuel López Obrador, 25.06.2012

Allá en los noventa, cuando Andrés Manuel López Obrador era presidente nacional del PRD, explicó en una entrevista cómo el PRI se mantenía en el poder pese a sus errores y corruptelas: “Han habido cambios [sic] -dijo--. Ya no utiliza el PRI los mismos métodos. Ya no hay robo de urnas, ya no hay falsificación de actas, ya no hay carruseles. Ahora hay un procedimiento moderno, para decirlo en términos tecnocráticos”. 

¿Cuál era ese procedimiento moderno para mantenerse en el poder sin las viejas prácticas? “Utilizar el presupuesto público. Ellos apuestan mucho a derramar recursos para crear un ambiente artificial de prosperidad. Utilizan recursos para dar ayudas personalizadas y obtener los votos. Esa es la esencia de la nueva estrategia del PRI y del gobierno, al grado de que, si el PRI no utiliza el presupuesto público, no ganaría”. 

Mario Vargas Llosa lo dijo de otra forma en agosto de 1990, en el debate “El siglo XX: la experiencia de la libertad” moderado por Enrique Krauze y transmitido por Televisa: “México es la dictadura perfecta. Tiene las características de la dictadura: la permanencia, no de un hombre, pero sí de un partido. Y de un partido que es inamovible”. 

La queja de López Obrador sobre un PRI que utilizaba fondos públicos para “dar ayudas personalizadas y obtener los votos” se ha desvanecido, no así el aprendizaje. En su intención de reconstruir la dictadura perfecta, para mantener en el poder no a un hombre sino a un partido, ha recurrido al erario para repartir ayudas personalizadas y comprar votos. Y, como el PRI de antaño, está teniendo éxito. 

Claudia Sheinbaum, la candidata de López Obrador, está adelante en todas las encuestas para la Presidencia. En la de Reforma del 23 de marzo ocupaba el primer lugar con 58 por ciento, seguida por Xóchitl Gálvez con 34. En la de El Financiero del 1 de abril aventajaba con 51 contra 34. Esta última encuesta también midió las preferencias electorales de quienes se benefician o no de los programas sociales gubernamentales. El 64 por ciento de los beneficiarios dijeron que votarían por la candidata oficial contra solo 36 por ciento de quienes no reciben estos programas. Y no son pocos: 53 por ciento de los encuestados dijeron recibir --ellos o algún familiar-- un programa social contra 47 que dijeron que no. 

López Obrador ha ido convenciendo a los beneficiarios y a sus familiares de que él es personalmente responsable de estos programas. Una encuesta de 2022 de Reforma y Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad señaló que 47 por ciento de las familias beneficiadas le atribuían el apoyo a AMLO, 40 por ciento al gobierno federal y 14 por ciento a Morena. Parte de la actual campaña es convencer a los electores que la oposición cancelaría esas ayudas. 

AMLO ha edificado en poco tiempo no solo un partido muy poderoso, sino un movimiento político con organizaciones tan diferentes como el Partido del Trabajo, de extrema izquierda, aplaudidor de los dictadores Nicolás Maduro de Venezuela y Kim Jong-un de Corea del norte, el Partido Verde, convenenciero, siempre con quien esté en el poder, o el Partido Encuentro Social, ya desaparecido a nivel federal, evangélico y de derecha. El pegamento es el poder del presidente que surge de los programas sociales. 

Andrés Manuel tenía razón cuando era presidente del PRD y cuestionaba al PRI por el uso de recursos públicos para repartir ayudas personalizadas. El único problema es que ya en el gobierno ha adoptado la misma estrategia. Y quizá está mejorando al maestro. 

Violencia política

Los morenistas culpan al gobernador panista de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, y al Organismo Público Local Electoral (OPLE) por el asesinato de la candidata Gisela Gaytán. Sin embargo, los estados con más asesinatos políticos en este proceso, según Laboratorio Electoral, son Guerrero, Michoacán y Chiapas, los tres morenistas. ¿A quién van a culpar?

www.sergiosarmiento.com