Con todo respeto…

Usualmente, cuando empezamos una alocución con “con todo respeto” es que lo que sigue va a ser crítico, incómodo o personal. Como aquello de “tenemos que hablar”: presagia algún peligro.
Es, digamos, una fórmula de cortesía, una herramienta retórica eufemística que trata de mostrar confianza y, sobre todo, respeto, pero unos no aguantan la crítica y a otros les gana la pasión, y lo que habían pensado expresar con mesura termina siendo explosión. En la polaca no es la excepción. Esto de “con todo respeto” lo sueltan muchos antes de aventar un ataque, una noticia falsa o una acusación directa. Y como no estamos acostumbrados a la crítica puede estallar una guerra de baja, mediana o alta intensidad. Depende de lo que siga a esa frase y de quién la emita.
Y bueno, con todo respeto: ya chole de maniqueismos. Nada es solo blanco o negro. Y no se vale que nuestras visiones particulares se antepongan para denostar o menospreciar al otro.
Ya habíamos hablado aquí de que ponerse la camiseta no es lo mismo en futbol que en política. Hoy se juega la final del futbol mexicano y muchos han decidido apoyar en esta ocasión al Cruz Azul, porque ya se merece un campeonato después de 21 años, y tras las recientes (diríamos humillantes) derrotas de sus equipos. En nuestra lógica de el Técnico vs. el rudo, La Máquina se apuntala como “el bueno”.
Las porras y las disculpas estuvieron buenas esta semana que pasó. Palabras más, palabras menos: “Nuestro equipo (podría escribir “partido político” o “institución”) no tuvo la culpa y lo voy a seguir apoyando a pesar de todo”.
La bronca viene cuando esa afición se convierte en barra brava y se la pasa atacando a los otros. No hay mucha madurez política cuando de un lado se burlan “ya supérenlo”, y del otro, “se los dijimos”. Como en la primaria.
Políticos y comentócratas no se muestran abiertos al debate y recurren a los insultos y a las falacias. Una conocida académica dijo no tener confianza en el presidente porque se apellida López, como Santa Ana o López Portillo. Entre otras joyas verbales, Denisse Dresser, politóloga ligada a la derecha, le espetó a Gibrán Ramírez, columnista y próximo funcionario del Gobierno Federal: “Nosotros peleamos cuando tú tenías ocho y 10 años, Gibrán. Y no es por juvenearte, es por decirte, por favor, ponte a estudiar historia”.
Un individuo tuiteó una carta abierta en la que le dice a López Obrador: “Usted no me representa a mí, ni a mis creencias ni aspiraciones ni a 80 millones de mexicanos. Usted representa a 30 millones de resentidos sociales, que como Ud. quieren disponer del dinero de quienes sí producimos”.
Sé de un escritor que le espetó a un asistente a su taller: “¡Nadie me discute en mi taller! ¡Aquí yo soy el maestro!”
Cosas de la superioridad moral. O intelectual, con todo respeto.
Desde el Olimpo o desde el Parnaso nos llegan las palabras, y cada quién lee/interpreta lo que quiere. Es normal, hasta cierto punto. Así lo dicen lingüistas, analistas del discurso y otros profesionales: el receptor decodifica el mensaje de acuerdo a su entorno y mediante la relación con otros mensajes. Lo malo es que nos cerramos y los otros son los malos, y cualquier ataque al Yo/Nosotros hay que responderlo. Un tuit femenino sobre un violador, por ejemplo, motivó la siguiente respuesta de alguien que se adjudicó la defensa del género masculino: “No pues por culpa de ese imbecil, háganos mala fama a todos los que no somos así también”.
Si no estás de acuerdo con el jefe, es insubordinación; si no te gusta la obra de un artista, es envidia; si criticas los procedimientos añejos de una organización, eres insidioso o al menos ingrato. O no tienes doctorado, o edad suficiente, o no has estado tanto tiempo en el puesto como quien está.
Pareciera que el chiste es estar en contra, con lo que se tenga a la mano, con todo respeto o sin él. O sin autorrespeto, como parecen hacerlo los expresidentes Fox y Calderón. De lo que debería tratar un debate es tesis y antítesis, e ir al fondo, y ver qué cambios se pueden hacer a corto, mediano y largo plazo.
Hace unos días se cumplieron años del asesinato de John Lennon, y vale recordar un fragmento de su rola:

You may say I’m a dreamer
But I’m not the only one
I hope some day you’ll join us
And the world will be as one

Ya hay bastantes errores como para inventarles otros. Y de todos los partidos y colores, a nivel nacional y local. No deberíamos disculparlos, al contrario. Los van a seguir cometiendo pero hay que marcarlos para que sean menos. No vamos a cambiar de la noche a la mañana, el sistema, nuestra sociedad, pero ojalá se haga lo necesario para irle midiendo el agua a los camotes y que no nos llegue el agua a los aparejos.
Para estar a tono con la época, y con todo respeto: calmantes montes, alicantes pintos, pájaros cantantes.

Posdata: En el Centro de las Artes están abiertas las inscripciones para el curso “Erotismo y cuerpo en las artes” (miércoles de 5 a 7 pm) y para el taller “Iniciación a la escritura” (sábados, de 11 am a 2 pm).

Web: http://alexandroroque.blogspot.mx
Twitter: @corazontodito