Encueradas

Me acaba de brotar una buena idea, verán ustedes. Una más, diríamos. La cuestión, en este caso, es que necesitamos aprender a leer mejor las encuestas que van a proliferar los próximos meses. Aceptar algunas como lo que son o hasta donde dan, y rechazar otras por lo que no son o tampoco pedirles más de lo que serían capaces de decirnos.
Van a ser útiles para ignorar e incluso desnudar a los partidos mentirosos (todos), así como a sus fieles, sicarios o propagandistas. Igual, oigan, para guiar en cierta medida nuestra opinión y la de los propios partidos o candidatos. Aunque no lo crean, habrá estudios serios para formarse una idea y actuar.
Además de encuerar a diversas encuestadoras y personas o agrupaciones que las usen con mala leche, los resultados correctos nos deberían servir también para recuperar algo de confianza en estos instrumentos científicos. En los casos positivos y bien utilizados, lo difícil será distinguirlos… aún más si las variaciones van contra nuestras preferencias.
Estas ideas, la mera verdad, no son tan buenas ni originales. De entrada, trataba yo de atraer la atención de ustedes, amables lectoras, lectores, porque sin algo tan elemental nos podríamos confundir o engañar todavía más y ni siquiera sería posible hablar el mismo idioma, ya sea en persona o en foros de las redes sociales y sus ‘fake news’.
Hoy las encuestas nos muestran un claro puntero frente al segundo y tercer lugar, pero faltan 5 semanas para que empiecen las campañas que, a su vez, tomarán 3 largos meses… aun con un candidato que lleva años de adelanto y se ha dado a conocer para bien y para mal. El líder y sus feligreses dicen que esta ventaja sería “irreversible”, como si ya fuera el conteo oficial la noche del día de la elección.
Se da “un tratamiento irresponsable si no es que frívolo a las intenciones de voto cuando las campañas todavía no han iniciado” (Liébano Sáenz, Milenio, 17/II). Miren, a los encuestados se les pregunta ¿Si hoy fuera la elección para Presidente, por quién votaría usted? Pero resulta que no es hoy y, bueno, habrá que acercarse más a esa fecha.
Eso sí, las encuestas coinciden como fotos fieles en estos momentos aún tan lejanos del 1 de julio. Lo importante es cómo se interpretan y cómo tendrán que ir cambiando a lo largo del tiempo… claro, con acusaciones de Morena contra las encuestadoras que hoy elogian y citan. Mucho va a suceder.
Igual debemos entender que, en el caso de López Obrador, “no es lo mismo que él sea vehículo de la inconformidad” como ha ocurrido estos años, a confirmarse como una opción real de gobierno. El PRI se ha desgastado en el poder y a Amlo le perdonan todo, pero al acercarse la votación sus fallas y debilidades habrán de adquirir otra dimensión frente a las demás alternativas que compiten.
De ninguna manera es lo mismo protestar que escoger un presidente que podría ser similar o peor que otros. “Hoy no se puede anticipar el resultado de la elección”. Así de sencillo.
Bueno, aparte de posibles errores (por ejemplo, al interpretar el porcentaje de “no respuesta”), el escenario este 2018 es muy complejo y no se podrá impedir el uso de sondeos con propósitos de propaganda o inducción de preferencias. Los que van mal intentan falsear para animarse y evitar que se les vayan votos que parecen más útiles en otro lado.
No es que las verdaderas encuestas fallen porque se subordinan a los intereses de los actores, aunque tal vez nunca habían sido malmiradas con tanta desconfianza. Sin meterse a detalles aquí: Hay numerosos tipos de rastreos, sondeos o estudios que hacen o difunden empresas, instituciones y medios de comunicación. Desde la chatarra e invención, hasta lo más robusto y costoso.
Muchos amigos me subrayan “no creo en las encuestas” o “son pura vacilada”. Sin embargo, a partir de que estudié estadística y econometría he venido confirmando su potencial en diversos países, incluido México. Y me traen a la mente los automóviles, que igual pueden ser usados para atropellar peatones o con fines de transporte y conveniencia.
Por ahora les gustan, pero hay morenistas como Martí Batres que han exigido prohibir las encuestas. De los vehículos, no he sabido que los pretendan abolir.
Al igual que en los fiascos de 2006 con Calderón y 2012 ante Peña Nieto, Amlo actúa como si ya fuera presidente y ese es un error grave. Aunque no deja de ser un personaje muy astuto, varios de sus apoyadores aceptan que él mismo es su peor enemigo con ciertas declaraciones y decisiones.
Para mal y para bien todos se podrán ver afectados. En una primera fase, los de abajo y los independientes tenderán a subir en cualquier sondeo de opinión… a costa del que va arriba y, más adelante, quizá dos en lo alto podrán ir a la pelea final.
No sólo se van a exhibir las malas encuestadoras, sino también quienes inventen o hagan mal uso de los estudios demoscópicos. Será un auténtico encueradero, que igual deberá resaltar a las que muestren mayor seriedad.
* EL MISMO DÍA QUE se publicó mi anterior artículo, leí algunas notas que con imaginación podrían tomarse como rechazo o confirmación de mis propuestas o inquietudes.
Por ejemplo, Meade descartó que vaya a deslindarse de EPN, lo que resulta lógico pero si quiere ganar está obligado a desmarcarse en forma convincente de la corrupción e impunidad, así como de los malos gobiernos… con lo que sea necesario.
De su parte, Amlo señaló: en lo que queda para los comicios, “amor y paz; nada de confrontación, no voy a contestar ni insultos”. Al parecer lo convencieron de que no sea él… o a la mejor ya cambió; digamos, es otro.
* PATÉTICA LA ÚLTIMA EMPEORADA de México en su ya excesiva corrupción. Cayó de nuevo a un puntaje de 29/100 en el lugar 135 del mundo (TI, 22/2). En la mayoría de los demás países se percibe menos corrupción, lo que confirma acá la ausencia de un liderazgo vigoroso y convencido que es imprescindible para una efectiva lucha anticorrupción a nivel nacional.
En las 32 entidades, esto variará de acuerdo a los liderazgos estatales y su voluntad para acreditar esfuerzos concretos en forma adicional.
* MAÑANA ME LANZO AL concierto del poeta Joaquín Sabina. Supongo que lo veré por última vez, pues capaz de que estos años se muere o me muero yo. Me hacen mucha ilusión la música y las letras de ese viejo indecente, según se define él mismo.
Fíjense, se defiende desde antes: ‘Lo niego todo’ es el nombre de
la gira.

cpgeneral@gmail.com
@cpgarcieral