Jóvenes Pobres

En México, para 2017, había 17.5 millones de jóvenes en situación pobreza, ante lo cual surgen las siguientes son: ¿cómo viven estos jóvenes?, ¿cómo han llegado a ésta situación?, ¿cómo definir ésta situación como problema público?, ¿qué estrategia de política pública se debe adoptar? Estas preguntas pueden tener una respuesta a partir de la investigación que llevó a cabo el Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social, Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora y El Colegio de San Luis.
El proyecto utilizó conceptos de antropología, historia y políticas públicas, tomando como unidad de análisis los hogares de bajos ingresos, en los cuales se analizó la historia de vida de 74 jóvenes, considerando cuatro variables: educación, empleo, salud y violencia; los jóvenes fueron clasificados en dos grupos (15 – 19 y 20 – 24 años); la investigación se llevó a cabo en 13 estados: Baja California, Ciudad de México, Chiapas, Estado de México, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Sonora y Veracruz.
Las causas por la cual los jóvenes mexicanos están en una situación de exclusión y vulnerabilidad son diversas, pero la investigación analizó cuatro, la primera se refiere a la educación (véase gráfica), siendo el abandono escolar es el principal problema, lo cual generalmente sucede en el bachillerato, la causa principal son los problemas económicos en el hogar, aunque también se encontraron casos de jóvenes hiperactivos que abandonan la escuela por no encontrar útiles los procesos enseñanza – aprendizaje.



Una situación que complica la vida presente y futura de los jóvenes en México es el embarazo a temprana edad, antes de los 20 años, con lo cual asumen responsabilidades para la que no están preparados, de pareja, económicas y educación de los hijos; se encontraron experiencias de vida en pareja con poca armonía, de situación económica precaria en el hogar, poca comunicación, vida rutinaria y monótona, separaciones constantes y definitivas, rompimiento familiar e incluso violencia.
El empleo en los jóvenes se desarrolla en condiciones de precariedad, vinculados con actividades donde se utiliza la fuerza física, las actividades vinculadas al hogar o la industria maquiladora; sus empleos se caracterizan por ser informales, inestables, con bajos salarios, sin acceso a prestaciones laborales y recibiendo malos tratos por parte de sus superiores; una buena parte de los jóvenes ve con normalidad los empleos ilegales como la venta de drogas o comercio de objetos robados.
El entorno donde viven estos jóvenes es de inseguridad y violencia, en donde los jóvenes son las victimas y peones; el entorno de precariedad y marginación generan las condiciones para que participen en la violencia generada por el crimen organizado, sin embargo en ésta investigación se encontró que los jóvenes en situación de pobreza son más victimas que actores, teniendo la pérdida violenta de familiares y amigos, incluso viven el desplazamiento forzado de sus comunidades.
La presencia de un entorno de inseguridad y violencia, bajos niveles educativos, embarazo adolescente y precariedad laboral han generado un problema público de grandes dimensiones, el cual puede ser definido como: 17.5 millones de jóvenes, de entre 15 y 24 años, viven en una situación de exclusión y vulnerabilidad; exclusión de un sistema de educación y salud de calidad, de un empleo bien remunerado; por lo que son un sector de la sociedad altamente vulnerables al ingreso de actividades ilegales y a la violencia generada por el crimen organizado.
Las manifestaciones de éste problema público son: una educación promedio de 9.1 años, es decir nivel de secundaria; el primer embarazo en promedio se presenta a los 18 años; el 22.1 % de los jóvenes no estudia ni trabaja, empleos con salarios precarios, el problema es más grave en las mujeres. Estas condiciones generan que en los jóvenes se presente el consumo de drogas y alcohol, como una manera de evadir su realidad, pero sobre todo en situaciones de aflicción, es decir, experiencias de vida dolorosas.
El problema público de los jóvenes es complejo, tiene múltiples determinantes, lo cual es producto de un problema social estructural, donde las principales instituciones han fallado: la familia no les genera las condiciones emocionales y de valores para una vida armoniosa de los jóvenes; la escuela no les trasmite la información y las habilidades para que los jóvenes lleven sus actividades sociales y económicas; los medios de comunicación solo impulsan sus deseos sexuales y de consumo, lo cual hacen de manera irresponsable.
La institución llamada Estado es la que más ha fallado, al grado que para los jóvenes los políticos no existen, los intereses de quienes gobiernan están en contra de las necesidades de los jóvenes; los jóvenes universitarios se ha organizado al margen del gobierno en asociaciones civiles que apoyan a los jóvenes en situación de pobreza, pero las agencias gubernamentales les tienen pavor, no hacen políticas públicas de cogestión con ellos, cuando los consultan les ponen muchas trabas burocráticas.
Los jóvenes mexicanos están en una situación de exclusión y vulnerabilidad social, es un problema público invisible, el cual tiene múltiples causas y manifestaciones, la política pública que se requiere debe poner en el centro de la atención su educación, proporcionándoles información y habilidades que transformen su vida, que les permita desempeñarse mejor en su vida cotidiana, pero sobre todo que contribuya a generar mejores condiciones de vida, porque si les va bien a los jóvenes nos va bien a todos.