Las personas de mi vida

Decido escribir sobre la obra de Martha Franco, pintora, grabadora, autora de lo que llaman” libros de artista”.
Decido escribir sobre su charla que versa sobre el proceso experimentado para dar lugar a la exposición: “las personas de mi vida”.
Entro ya comenzada la charla y el aplomo con el que se desenvuelve y el haber visto su trabajo días antes me pone con las manos en el teclado.
Joven y decida Martha es además de artista, disciplinada y talentosa. “las personas de mi vida” son el resultado de mis viajes, dice mientras se dirige a un público que la escucha mientras las diapositivas circulan en la pantalla. Es además la consecuencia natural del aprecio y hasta cierto punto el homenaje que brinda a esas personas que en un momento crucial tuvieron un papel significativo para ella.
Son anécdotas visuales que colocan en un capelo objetos, frases o imágenes de quienes sin compartir la vida como lo son los familiares y amigos, detonar un proceso interno para la joven expositora.
Así la exposición contiene en libros de artista, grabados y otros formatos artísticos, una narrativa que relata experiencias profundas tanto en su viajes por diversas partes del mundo como en su vida cotidiana en su lugar de residencia.
En esta exposición aparecen aquellas imágenes y objetos que refieren aquel momento en el que cierta persona “tocó” a Martha para mostrarle que el mundo todavía alberga personas que sin conocerla le brindaron su apoyo o bien, todo lo contrario.
Desde su optimismo Martha está convencida de que somos una unidad y lo muestra en una de las frases contenidas en sus libros de artista que dice: “yo soy tú, tú eres yo y todos somos uno”. Martha cree en la gente, cree en la generosidad humana, cree en las personas y las adopta hasta recrearlas en su obra.
Entre los trabajos de esta exposición montada en el Centro de Difusión Cultural, destaca Martha en su charla, la serie compuesta por diez pequeños retratos y principalmente el de un pequeño abandonado en una casa cuna en donde ella además, prestó sus servicios de manera desinteresada y voluntaria. Ella vio en ese pequeño la esperanza en la sonrisa que le obsequiaba al verla llegar.
Martha trabaja con la línea principalmente en esta serie; sin volumen ni sombras pues refiere que así le da la idea que todos podemos vernos en esos retratos y de esta manera encontrar que somos uno solo. Somos dice ella “un contenedor” y a la vez un espejo.
Para Martha, hacer un libro de artista es una trabajo de exploración de diversas técnicas. Utiliza símbolos íntimos, pero también entendidos de manera universal. Sus libros se transforman en un hilo conductor, o en un engranaje a través del cual las personas tejen una relación aunque sea momentánea pero que es indispensable para el desarrollo de un hecho concreto.
Sus libros, dice, no siempre han de hojearse como cualquier libro. Son libros objeto o que contienen a su vez otros objetos, mismos que la han acompañado a “perseguir al conejo blanco”. O bien, a encontrar el sentido de que hace y de lo que quiere expresar.
A ella todo la enamora; todo la fascina.
El conejo blanco es otra de sus metáforas para proyectos anteriores y proyectos que trascienden y se siguen transformando en otros proyectos.
Colibrís, mariposas, mujeres conejo, muñecas inflables, desaparecidas o víctimas de la época y de la persecución y violencia de género, las mujeres ocupan diferentes centros de atención en su obra. Pero siempre con la esperanza como motor de su trabajo.
Explicar qué es o que contiene un libro de artista; entenderlo o saber cómo han de leerse es cuestión de empatía o de sensibilidad. Quizá solo es cuestión de despojarnos de ideas preconcebidas sobre el concepto de lo que es un libro y del concepto de artista. El arte se entiende hoy de diferentes maneras y sólo es importante acercarnos a la obra y al artista para captar el mensaje que en este caso Martha pone sobre mamparas y bajo capelos.
Cualquier respuesta es la respuesta. Hay que asomarse a la obra y como una más de las personas de la vida de Martha hacer el recorrido si no con ella, sí con su obra. Trabajo que nos da la visión de la artista perteneciente a una generación que a pesar del caos social en el que ha visto pasar su joven vida, aún cree en la humanidad y en el germen de bondad que hay en cada uno de nosotros.
Escuchar a Martha describir su proceso enriquece la perspectiva que por costumbre o tradición, se tiene del quehacer del artista. Nos invita con ello a reunirnos con las personas de su vida.