Mirador

El mes de marzo tiene fama de loco.
Febrero goza de la misma fama.
El clima en ambos meses es volátil.
Ni los más consumados meteorólogos lo pueden predecir con certidumbre.
De pronto hace calor, y luego frío.
De repente hace frío, y un minuto después hace calor.
Ahora sopla el viento, y luego no.
Ahora está calmo el ambiente, y en seguida se desata un ventarrón.
Febrero loco, sí.
Y, sí: marzo otro poco.
Pero ninguna de sus locuras es tan grande como esa gran locura, inútil y absurdo invento de los hombres, que se llama el horario de verano.
¡Hasta mañana!...