Mirador

La vida enseña muchas cosas.
No hay en la vida una mejor maestra que la vida.
De ella he aprendido muchas cosas, pero a lo largo de la vida las he olvidado todas.
Y no me duele tal olvido, pues así puedo incurrir en más errores a fin de recibir más enseñanzas.
Una cosa sí sé con certidumbre: jamás un padre deja de ser padre. Aunque se vayan de la casa nuestros hijos siguen siendo nuestros hijos, y nos preocupan igual que cuando los llevábamos en brazos.
Quizá nunca dejamos de llevarlos en los brazos, y ciertamente jamás dejamos de llevarlos en el corazón.
He imaginado un letrero para ponerlo en todos los papás. Diría así ese letrero:
“Papá. Artículo para niños de 0 a 60 años”.
¡Hasta mañana!...