Noticias del sur

“En un modelo ideal de democracia, todo lo que afecte a una comunidad debe ser sometido
a un debate”
Jurgen Habermas

Algo tienen los estudios latinoamericanos que siempre enseñan, el Perú hace 2 años renovó su Presidencia de la República, designando al economista Kuczynski, sin embargo, éste nunca concluyó su encargo, viéndose obligado a separarse entre señalamientos de haber recibido sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, si, exactamente, la misma que en México hizo también de las suyas en el sexenio pasado.
No sin antes, Kuczynski quiso “capear el temporal” negociando con la persona más influyente del país andino, Keiko Fujimori, siendo la moneda de intercambio la liberación de su padre, el dictador Alberto Fujimori (condenado por crímenes de genocidio y de lesa humanidad), dejando a los peruanos consternados, creciendo la indignación y obligándole, de todos modos, a pedir licencia de su puesto.
Es así, que asumió funciones el vicepresidente, el ing. Martín Vizcarra, quien, precisamente, por el enojo social se vio obligado a realizar una cruzada contra la corrupción, e incluso, la propia Keiko Fujimori sería enjuiciada por esta razón.
Pero, ahí no terminó la cosa, sino que empezaron a investigar a los Jueces nacionales, y, emergió una ola de truculencias como nepotismo, pedidos y otorgamientos de favores, disminución de penas, etc, así que, el pueblo harto salió a las calles y literalmente dijo “que se vayan todos”.
Por lo anterior, Perú celebró un referéndum, el pasado 9 de diciembre, los electores estaban convocados para contestar si estaban de acuerdo en desaparecer al Consejo de la Judicatura, entidad integrante del Poder Judicial, y remplazarla la Junta Nacional de Justicia, la respuesta fue contundente, más del 80% dijo sí.
Consultas ciudadanas/electorales, como las andinas, son impensables en México, pues, existen obstáculos, por el diseño legal, que la han hecho ilusoria, y, a más de 6 años de su existencia no se ha celebrado absolutamente ninguna, lo que, ha minado la democracia participativa, privilegiando la decisión de los asuntos de interés nacional en sólo unos cuantos/as.
La Junta Nacional de Justicia, será la encargada de seleccionar y determinar el ingreso, permanencia y remoción de los miembros del Poder Judicial, pero, ahora además de los Ministerios Públicos, su conformación es netamente ciudadana, a diferencia de su antecesor el Consejo de la Judicatura, que era muy similar al de México, esto es, con representantes de poderes públicos.
Se entiende, que la integración de la sociedad civil, en este órgano judicial, responde al deseo de un mayor control democrático, de hecho, había muchas voces que de plano se pronunciaban por designar a los jueces por votación popular (como ocurre en Bolivia y en algunos Estados de EUA), viéndolo así, fue una salida intermedia.
Así hemos visto, que los “encontronazos” entre poderes han ocurrido a lo largo y ancho del continente, por ejemplo, Cristina Krichner de Argentina, nunca tuvo una buena relación con los togados, de hecho, los llamaba el “Partido Judicial (como si fuera un actor político más)”.
Sé que nuestro país atraviesa por una problemática, un poco (no mucho) parecida, la gran valía es que el debate está ahora en las redes sociales, columnas, academia, es decir, la discusión se ha ampliado a todas/os, sin embargo, debemos aprender como sociedad a debatir todo, pero con serenidad.
Las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes.