Otra política



En México, 2.4 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años buscan empleo cada año, y con ello iniciar su trayectoria laboral que les permita obtener una vida diga para ellos y su familia; sin embargo, se enfrentan a un mercado laboral que demanda experiencia o bien títulos universitarios; esto no es privativo del mercado laboral privado, sino también en el sector público se presenta esta situación, en el cual cuando un joven obtiene un puesto directivo se les cuestiona principalmente por no tener experiencia laboral.

Sin embargo, desde de la recesión económica de la crisis de 2008, la política de contratación en el mercado laboral privado en los países desarrollados se esta transformando, se esta dejando como criterio de contratación el poseer títulos universitarios y experiencia, buscando impulsar la productividad mediante otros mecanismos; con ésta política laboral se ha logrado que jóvenes que no cuentan con títulos universitarios y experiencia ingresen a la actividad productiva.

Para mediados de 2018 el porcentaje de ofertas laborales que demandaban un título universitario representó el 30%, en cambio sólo el 23% de las ofertas solicitaba contar con tres o más años de experiencia laboral, con la implementación de ésta estrategia se han generado oportunidades laborales a jóvenes que no han tenido la oportunidad de ingresar al sistema escolar universitario o de nivel medio superior, con lo cual se ha disminuido el desempleo entre los jóvenes y se ha transformado la planta productiva.

Con esta nueva estrategia de contratación laboral, los jóvenes en los países desarrollados tienen mayores opciones de empleo, mayores posibilidades de ascenso al interior de las empresas, renovando a las organizaciones con nuevas formas de trabajo, no adquiridas en las universidades, ni en otros empleos, sino producto de su capacidad de innovación, sustentadas en la confianza que les otorgan sus directivos, la rigidez a sido superada por la innovación, la supervisión por el auto control e incremento de la responsabilidad individual.

Al igual que en la industria, la administración pública en México necesita renovarse, no solo en su estructura y procesos de trabajo, por lo que el punto de entrada es transformar el proceso de reclutamiento adoptado desde la revolución mexicana, cuyos criterios principales son el compromiso político, el compadrazgo y el amiguismo; esta estrategia funciono, pero hoy en día la realidad social, económica y política la ha superado, la administración pública sufre una crisis de eficiencia, eficacia y credibilidad.

Hoy en día, la sociedad y los medios de comunicación cuestionan que los gobiernos no obtienen los resultados de política pública que los problemas públicos demandan, que acudir a las oficinas gubernamentales es enfrentarse a procesos complejos, complicados, lentos y se reciben malos tratos por parte del personal, que se tiene que acudir a actos de corrupción para obtener un servicio publico, por lo que es necesario transformar esta situación, hacerlo implica un cambio institucional en la estructura y funcionamiento de las organizaciones gubernamentales.

Para iniciar el proceso de transformación es necesario reconocer la participación que han tenido los jóvenes en los procesos electorales (véase siguiente gráfica), por lo que se requiere rejuvenecer los puestos directivos y operativos de la administración pública, para que quienes tomen las decisiones y las operen tengan un perfil más joven; que funcionen con un criterio de racionalidad técnica sobre el de racionalidad política, es decir priorizar la solución de los problemas públicos sobre la lealtad al grupo político al que pertenecen.

Fuente: Consulta Mitofsky 2018

El alto grado de complejidad de la administración pública, a diferencia de lo que esta sucediendo en el sector privado, demanda que quienes ocupen puestos directivos hayan pasado por las aulas universitarias en áreas vinculadas con los asuntos públicos, pero que no necesariamente tenga experiencia laboral en ella, ya qué esto impulsará la innovación y el cambio en las formas y procesos de trabajo, está demostrado que los jóvenes son quienes tienen menor resistencia al cambio.

En las áreas técnicas también debe presentarse está transformación, privilegiando la formación académica en las áreas de especialización donde vayan a laborar, que ocupen esos puestos de trabajo más por sus habilidades que por su vinculación política con el presidente municipal, diputados, senador, gobernador, presidente de la república o partido político; para su reclutamiento debe aplicar un método científico de selección y abandonar la práctica de la recomendación, se demanda más técnica y menos política.

En las áreas de vinculación con las sociedad se requiere aplicar lo que está sucediendo en el sector privado, los criterios de selección deben girar en torno a las habilidades personales, que para el sector público están vinculadas con la sensibilidad social, más que en su paso por las universidades; estas áreas son altamente sensibles, requieren abandonar la rigidez burocrática, la complejidad del lenguaje técnico, el predominio de las normas y procedimientos, se demanda flexibilidad, diálogo, negociación, compresión, y consenso.

La nueva administración pública en México demanda personas jóvenes comprometidos con resultados de política pública en el corto y mediano plazo, requiere estructuras organizacionales flexibles, con espacios de interacción donde participen actores de los tres niveles de gobierno y de la sociedad; procesos organizativos que pongan énfasis en las solución de los problemas más que en los requerimientos normativos, que exige una nueva cultura organizacional en el sector público basada en la autorresponsabilidad y el autocontrol.

Los tiempos de cambio que ha demandado la sociedad mexicana en el pasado proceso electoral requiere de otra política en las formas de organizar la estructura y formas de trabajar de la administración pública, lo cual significa incorporar a los jóvenes en puestos de responsabilidad política y administrativa, darle prioridad a la formación académica sobre la lealtad política, menos peso a la experiencia laboral, incorporar actores surgidos de la sociedad organizada, en síntesis, más administración menos política, más jóvenes menos burocracia.

@jszslp