Plan de seguridad otoñal

“La vida es aquello que te va sucediendo, mientras te empeñas
en hacer otros planes”
John Lennon.

Un gran sector de la comentocracia en temas de seguridad y justicia, están esperando con ansia y con una morbosidad que cada seis años les brota, el Plan de Seguridad del próximo gobierno federal. Finales de octubre es la fecha en la que se dará a conocer el referido Plan. Ahí les van estimados lectores unas primicias al respecto:
Análisis del problema; Corrupción, insuficiente preparación, dispersión de esfuerzos, recurso económicos limitados, infiltración, amenazas de la delincuencia organizada más un descredito de las instituciones de seguridad y justicia en los tres niveles de gobierno, ministerios públicos, peritos y autoridades del sistema de justicia penal (tradicional y acusatorio). Más de mil instituciones de seguridad en el país totalmente descoordinadas y sin unidad de mando. La seguridad pública es una asignatura pendiente, la lógica de las organizaciones criminales encargadas del trasiego de drogas se modificó y provocó su fortalecimiento, la presencia e impunidad de los grupos criminales en algunas zonas del país se convirtieron en una amenaza muy seria a la estabilidad y la capacidad para imponer la legalidad por parte de algunas autoridades municipales y estatales, la estrategia contra la delincuencia organizada tuvo como pilares el combate frontal, así como la aprehensión y eventual extradición de líderes de las principales organizaciones delictivas, la violencia que se ha presentado en el país en los últimos años no es generalizada y se encuentra claramente ubicada en ciertas regiones. Es específicamente grave la que se registra en contra de las mujeres, otra de las consecuencias de la inseguridad y la violencia ha sido el aumento de las violaciones a los derechos humanos.
Solución: Desarrollar un cuerpo policial único a nivel federal, que se conduzca éticamente, que esté capacitado, que rinda cuentas y garantice los derechos humanos; Establecer un mando único policial que abra y mantenga un canal de información eficiente, y que facilite la coordinación y colaboración entre todas las corporaciones de policía del país; Modernizar y homologar los sistemas de administración y supervisión del personal de los cuerpos policíacos; Desarrollar sistemas efectivos de formación y entrenamiento del personal de la policía; Promover la revalorización social del trabajo de los cuerpos de seguridad pública; Dotar a los cuerpos policíacos con mejor equipo y con una plataforma tecnológica actualizada; La medida más efectiva para prevenir la delincuencia es ampliar las oportunidades de estudio y empleo de la juventud y otros grupos vulnerables; Es necesario mejorar los programas diseñados para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia de género y prevenir la violencia contra los niños, niñas y adolescentes, así como lograr el goce efectivo de sus derechos.
La problemática en materia de seguridad pública requiere de una nueva estrategia integral que recupere la confianza de la ciudadanía en las corporaciones policiales, la generación de más y mejor inteligencia, la información para la toma de decisiones debe fluir eficientemente. En materia de seguridad pública, se tiene claro que los mexicanos quieren un país seguro y pacífico; Asimismo, exigen que se reduzca la violencia y se recupere la convivencia armónica. La prioridad es clara: salvaguardar la vida, la libertad y los bienes de los mexicanos.
TAPANCO: Lo arriba señalado, eran los Planes otoñales de Seguridad del sexenio pasado y éste. Las políticas gubernativas tienen diversos matices cuando quieren corregir algo y la política criminal, o ese sector de la política estatal donde se toman decisiones de políticas preventivas y de actuación de frente a la inseguridad y la violencia, siguen siendo una respuesta política del Estado. Las teorías que hemos observado a lo largo de tres sexenios, de análisis y posibles soluciones a la inseguridad, son de la base ideológica que las debe sustentar y éstas se encuentran en una decisión estrictamente de corriente política. En un inicio eran políticas autoritarias de control, después de derecha, luego de centro, esperemos ahora la política criminológica de una izquierda social demócrata, y ojalá, sea un conjunto de medidas sociales, educativas, económicas y luego punitivas, para primeramente prevenir y luego reaccionar al delito y tratar de mantenerlo lo bastante permisible, dando prioridad a las víctimas y al debido proceso penal.