Sea fuerte

¡Sea fuerte! No se deje llevar por la marea que pretende arrasar con todos los habitantes de este territorio. ¡Resista la ola de desinformación que nos atormenta con el tema de moda! No muerda el anzuelo. No repita las frases de los comunicadores. Recurra al sentido común; a la experiencia y a la observación personal. Tome un libro, camine por su avenida preferida; salga a observar la puesta del sol o el amanecer, cocine o teja una cobija. Visite una galería, vaya a ver una película infantil. Haga cualquier cosa que le deje limpio el espíritu antes de cerrar los ojos por la noche.
No crea que por ello, vaya usted a estar fuera de onda. Usted estará en su centro, los demás divagando en órbitas intentado construir un futuro con especulaciones externas que no le pertenecen a nadie más que a los que desean que usted se comporte de tal o cual manera.
Lea poesía o novela, buena o barata. Júntese con amigos que parecen cursis porque hablan de lo que sienten y no de sus pertenencias. Viaje si puede, vea el mar o la montaña pero no abra las páginas locales o nacionales. Huya de las letras que repiten y lo aleccionan con argumentos que parecen inteligentes. Huya, corra, escóndase. Tienda su cama. Lave su cochera o su coche. Pero ocúpese. Cuide niños o ancianos, Visite enfermos, presos o dementes. Éstos últimos le darán mejores argumentos que los mejores analistas o sociólogos.
No se dé cuerda ni se la dé a los demás. Mejor vaya a bailar o vaya al teatro. Cualquier cosa menos esto de prender los noticieros blancos o amarillos. Huya de los seudo politólogos, por lo menos temporalmente y de los idiotas definitivamente.
Yo: “Salí al mercado buscando la vida, aunque sé que no la venden ni en los extensos tianguis urbanos, ni en las plazas de pequeños y anónimos pueblos.
No se compra aunque pasamos la vida reuniendo el suficiente dinero para obtenerla, para experimentar o disfrutarla, inventando la ilusión de que así lo hacemos y de que además lo hacemos bien.
Quizá sea más fácil encontrarla por la noche, cuando con los ojos cerrados encontramos una sonrisa, una mano localizada en una realidad más allá de las nubes de las horas sin manecillas.”
¡Sea fuerte!