“Cuando todo el mundo reconoce lo bello como bello, esto en sí mismo es fealdad. Cuando todo el mundo reconoce lo bueno como bueno, esto en sí mismo es malo. Ciertamente, lo oculto y lo manifiesto se generan uno al otro. Dificultad y facilidad se complementan entre sí. Lo largo y lo corto ponen de manifiesto a su contrario. Alto y bajo establecen la medida mutua.”
Filosofía complicada y a la vez simple. Las dualidades y la diversidad como fuente de riqueza para la vida en el planeta, para la evolución del espíritu en el ser humano.
En un mundo de contrastes es fácil confundirse, tomar partido, hacer elecciones. Vivimos entre lo correcto y su contrario pensando que alguno de ellos tiene más valor que otro. Y dejamos de advertir la riqueza de uno y otro polo y los matices entre estos.
Las frases entre comillas del primer párrafo están tomadas del Libro de la vida y de la virtud de Lao Tse.
No puedo decir que entiendo su significado pero puedo decir que hacen un eco que aún no puedo poner en palabras. Palabras que me ayudarían a entender o conciliar en mis adentros este contexto sociopolítico que se avecina, se avizora y ya se experimenta de manera adelantada.
Yo a ratos me descubro con una angustia latente, con una venda en los ojos y un tapón en los oídos que evitan leer y escuchar los augurios sobre el próximo mandatario.
Mi esencia más ingenua quiere tener la esperanza de los que le dieron su voto y otra parte de mí, la de la lógica aplastante y el razonamiento deductivo, me dice que no puedo seguir queriendo habitar en la isla de Nunca Jamás, juntos a los niños perdidos y Peter Pan.
Al párrafo inicial se añade que “la voz y el sonido entre sí se armonizan. El atrás y el delante se suceden mutuamente. Por ello, el sabio maneja asuntos sin actuar, y difunde sus enseñanzas sin actuar. Hace su trabajo sin acumular nada por él. Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella. Y precisamente por no vanagloriarse nadie se la puede quitar.”
Pensamientos de un sabio que intentó decir que la vida no tiene la complejidad que la mayoría le damos. Que hay formas sutiles, sencillas y simples de experimentarla, de disfrutarla sin la ansiedad que nos provocan los modelos de vida que imponen los sistemas económicos o los sistemas sociales. Fácil o difícil. Tarea muy personal.
Filosofía complicada y a la vez simple. Las dualidades y la diversidad como fuente de riqueza para la vida en el planeta, para la evolución del espíritu en el ser humano.
En un mundo de contrastes es fácil confundirse, tomar partido, hacer elecciones. Vivimos entre lo correcto y su contrario pensando que alguno de ellos tiene más valor que otro. Y dejamos de advertir la riqueza de uno y otro polo y los matices entre estos.
Las frases entre comillas del primer párrafo están tomadas del Libro de la vida y de la virtud de Lao Tse.
No puedo decir que entiendo su significado pero puedo decir que hacen un eco que aún no puedo poner en palabras. Palabras que me ayudarían a entender o conciliar en mis adentros este contexto sociopolítico que se avecina, se avizora y ya se experimenta de manera adelantada.
Yo a ratos me descubro con una angustia latente, con una venda en los ojos y un tapón en los oídos que evitan leer y escuchar los augurios sobre el próximo mandatario.
Mi esencia más ingenua quiere tener la esperanza de los que le dieron su voto y otra parte de mí, la de la lógica aplastante y el razonamiento deductivo, me dice que no puedo seguir queriendo habitar en la isla de Nunca Jamás, juntos a los niños perdidos y Peter Pan.
Al párrafo inicial se añade que “la voz y el sonido entre sí se armonizan. El atrás y el delante se suceden mutuamente. Por ello, el sabio maneja asuntos sin actuar, y difunde sus enseñanzas sin actuar. Hace su trabajo sin acumular nada por él. Cumple su tarea sin vanagloriarse de ella. Y precisamente por no vanagloriarse nadie se la puede quitar.”
Pensamientos de un sabio que intentó decir que la vida no tiene la complejidad que la mayoría le damos. Que hay formas sutiles, sencillas y simples de experimentarla, de disfrutarla sin la ansiedad que nos provocan los modelos de vida que imponen los sistemas económicos o los sistemas sociales. Fácil o difícil. Tarea muy personal.