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OBJETO – SUJETO MÁGICO: EL LIBRO

Por Redacción

Abril 24, 2023 03:00 a.m.

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Me siento feliz que cada año la celebración del Día Internacional del libro toma revuelo, ese objeto – sujeto (porque tiene vida mientras sea leído) mágico que transforma vidas y por lo tanto el mundo o quizá el universo. 

En sus diferentes presentaciones, desde las plantas, las piedras, la madera hasta el gran invento de la tinta y la imprenta, el libro es el sinónimo de lo eterno y contendor de algo que parece tan frágil como son las palabras, que fluyen en el tiempo, como plumas de aves en el aire, o como frágiles hormigas amontonadas y a la vez en orden sobre un papel pero que en realidad nos otorgan nada más y nada menos que la existencia.

Si podemos vivir, sobrevivir, nombrarnos, reconocernos y comunicarnos, es gracias al lenguaje, de otra manera seguiríamos en la prehistoria, sí con sensaciones y expresiones, pero sin contar y atrapar el tiempo, sin existencia individual y colectiva, sin elegir, sin nombrar. 

Los libros han atravesado guerras, pestes, genocidios, protagonizado persecuciones, materia prima de hogueras, y al mismo tiempo ha surgido una necesidad de rescatarlos, de contener su contenido (así con esa cacofonía), porque también nos han salvado. 

Son la guía en los millones de años de la existencia humana, guardianes de la memoria y consentidores del olvido para que este no se escape. 

En los libros está el conocimiento, la fuente de reflexión a la que cualquier terrícola quiere acceder, como lo 

dijo Aristóteles.

Las bibliotecas y librerías con el universo en totalidad, como lo afirmó Borges, y, sobre todo, son los tabiques interminables con los que se construye la historia, como lo narra Irene Vallejo, en el grandioso libro “El infinito en un junco”. 

Todo esto inherente a nuestra especie. No es de intelectuales ni eruditos ni “cuatro ojos”, es de humanos, nos compete, nos pertenece y nos regala todo aquello que deseamos encontrar, sobre todo, lo que le ha dado sentido a la experiencia, a las pasiones, a los sentimientos y valores de lo íntimamente humano. Por eso es difícil de desaparecer.

Puede cambiar su formato, pero jamás su intención y es, indiscutiblemente el estandarte de la democracia.

También me hace feliz ver cómo cada día las librerías se llenan de familias completas, niños, niñas, adolescentes, abuelos, en busca de una historia, porque en ellas estamos, nos encontramos, existimos, como lo dijo Saramago, - cuando olvidó citar a Pessoa - pero lo que importa es la frase: “Somos cuentos de cuentos contando cuentos, nada”, está recordándonos ese cofre de palabras alborotadas, mágicas, poderosas y rebeldes que lo que hacen es, regalarnos la existencia. 

Festejemos el libro: léalo, regálelo, abráselo, subráyelo, hágalo suyo, porque lo que se ha quedado en las neuronas a través de su lectura, se ha insertado en el espiral de lo interminable y no sabemos en qué momento pueda ayudarnos a salvar nuestra vida, alma y corazón. 

Feliz día internacional del libro para todos aquellos lectores férreos que aprovechan ese placer.

@vanecortescolis