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Más de 30 niños han muerto debido a la escalada de violencia desatada durante las primeras dos semanas del año en el este de Ghouta, un suburbio cercano a Damasco, la capital siria, denunció el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
En un comunicado, Unicef destacó que además de las víctimas mortales de los ataques, unos 200 mil niños han estado atrapados bajo asedio desde 2013 en Ghouta.
Mientras tanto, en la ciudad de Idlib, al noroeste del país, en las semanas recientes se ha producido una escalada de violencia que ha causado la muerte de decenas de niños y mujeres, además de que desplazó a unos 100 mil civiles.
“Es vergonzoso que casi siete años después del conflicto, una guerra contra los niños continúe mientras el mundo solo mira”, expresó el representante de Unicef en Siria, Fran Equiza.
Equiza manifestó que millones de niños en toda Siria y en los países vecinos han sufrido las devastadoras consecuencias de los niveles de violencia que no disminuyen en varias partes de esa nación.
El representante informó que recibieron reportes de que un ataque a un edificio residencial en Ghouta causó heridas a 80 civiles, incluidos niños y mujeres, así como numerosas muertes.
Señaló que dos instalaciones médicas fueron atacadas en los últimos días en el este de Ghouta, y que la mayoría de los centros de salud tuvieron que cerrar debido a la violencia.
En algunas áreas, las clínicas móviles de emergencia son la única forma para que las familias reciban tratamiento médico y ayuda.
Mientras tanto, en Idlib, el hospital de maternidad y pediatría de Maarrat An Numan fue atacado tres veces, lo que lo obligó a suspender el servicio luego de la muerte de al menos un paciente y dos miembros del personal médico.
Las escuelas al este de Ghouta también han sido cerradas, justo en un momento en que niños de otras partes de Siria están tomando sus exámenes de mitad de período.
Equiza declaró que la comunidad internacional atestiguó la evacuación de 17 niños con necesidad urgente de atención médica a finales del año pasado.
Sin embargo, el aumento de la violencia en y cerca del este de Ghouta convirtió la esperanza en desesperación para los 120 niños restantes que continúan sufriendo a la espera de una urgente evacuación médica, apuntó.
“¿Qué necesita el mundo para tomar medidas colectivas para poner fin a la guerra contra los niños en Siria? ¿En qué momento los que están luchando se darán cuenta de que matando niños también están matando el futuro de Siria?”, cuestionó Equiza.
En un comunicado, Unicef destacó que además de las víctimas mortales de los ataques, unos 200 mil niños han estado atrapados bajo asedio desde 2013 en Ghouta.
Mientras tanto, en la ciudad de Idlib, al noroeste del país, en las semanas recientes se ha producido una escalada de violencia que ha causado la muerte de decenas de niños y mujeres, además de que desplazó a unos 100 mil civiles.
“Es vergonzoso que casi siete años después del conflicto, una guerra contra los niños continúe mientras el mundo solo mira”, expresó el representante de Unicef en Siria, Fran Equiza.
Equiza manifestó que millones de niños en toda Siria y en los países vecinos han sufrido las devastadoras consecuencias de los niveles de violencia que no disminuyen en varias partes de esa nación.
El representante informó que recibieron reportes de que un ataque a un edificio residencial en Ghouta causó heridas a 80 civiles, incluidos niños y mujeres, así como numerosas muertes.
Señaló que dos instalaciones médicas fueron atacadas en los últimos días en el este de Ghouta, y que la mayoría de los centros de salud tuvieron que cerrar debido a la violencia.
En algunas áreas, las clínicas móviles de emergencia son la única forma para que las familias reciban tratamiento médico y ayuda.
Mientras tanto, en Idlib, el hospital de maternidad y pediatría de Maarrat An Numan fue atacado tres veces, lo que lo obligó a suspender el servicio luego de la muerte de al menos un paciente y dos miembros del personal médico.
Las escuelas al este de Ghouta también han sido cerradas, justo en un momento en que niños de otras partes de Siria están tomando sus exámenes de mitad de período.
Equiza declaró que la comunidad internacional atestiguó la evacuación de 17 niños con necesidad urgente de atención médica a finales del año pasado.
Sin embargo, el aumento de la violencia en y cerca del este de Ghouta convirtió la esperanza en desesperación para los 120 niños restantes que continúan sufriendo a la espera de una urgente evacuación médica, apuntó.
“¿Qué necesita el mundo para tomar medidas colectivas para poner fin a la guerra contra los niños en Siria? ¿En qué momento los que están luchando se darán cuenta de que matando niños también están matando el futuro de Siria?”, cuestionó Equiza.
